El pasado domingo, 29 de agosto, falleció súbitamente, a los 52 años, Agustín Alonso González, director técnico del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Protegida Ribera del Duero. Desde Origen y Gaia, con quienes mantuvo una intensa y estrecha relación, queremos transmitir a su familia, amigos y compañeros de trabajo nuestras sinceras condolencias. Reproducimos a continuación la nota que hizo pública el Consejo Regulador el pasado lunes.
«Lamentamos comunicarles la pérdida de nuestro compañero, Agustín Alonso González, director técnico del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Ribera del Duero. Una noticia triste e inesperada que deja a la gran familia de la Ribera del Duero huérfana de un gran profesional, apasionado y entregado, vinculado desde hace veintitrés años al órgano regulador.
Agustín era natural de Palencia, ligado a León, donde tuvo sus primeros contactos con el mundo del vino y lugar al que volvía siempre que su trabajo le permitía. Estudió Ingeniería Agrícola, para licenciarse después en Enología.
Recaló en el Departamento de Experimentación y Ensayó del Consejo Regulador, dirigiendo la Bodega y Viñedo Experimentales, realizando investigaciones sobre la maduración de la uva, que fueron después objeto de su doctorado. Con él al frente se puso en marcha el laboratorio, realizándose estudios e investigaciones que contribuyeron a difundir la cultura del vino en la Denominación de Origen.
Tomó en 2008 el mando del Departamento Técnico, dirigiendo el control y la certificación de los vinos. Apasionado de la pedagogía, era habitual verle colaborar con colectivos y asociaciones, impartir ponencias y catas, y apoyar cualquier iniciativa relacionada con la difusión de la viticultura y la enología. Se implicó activamente en la puesta en marcha de una aplicación pionera para el autocontrol y la certificación de los vinos de las bodegas, en marcha desde hace seis años.
Sus compañeros del Consejo Regulador despiden a un compañero apreciado y entregado. La Denominación de Origen trasmite su cariño y condolencias a María Jesús, su esposa, y su familia y amigos. En el recuerdo quedará siempre su compromiso con la Ribera del Duero, de la que decía que puede competir con cualquier zona del mundo por su potencial, su calidad y el espíritu de trabajo y sacrificio de su gente».