Con el objetivo de lograr un producto de alta calidad y diferenciador, Grupo El Lagar de Isilla lanza al mercado su línea de mermeladas gourmet bajo el sello La Casona de La Vid. Elaboradas con la propia uva extraída de sus viñedos, azúcar y gelificante, desean ampliar el uso más allá del momento del desayuno. Los responsables de la compañía siempre han apostado por las excelentes posibilidades del vino que convierten este reto en otro éxito que se une a los recientes lanzamientos como el de su primera remesa de aceites.
La compañía burgalesa Grupo El Lagar de Isilla continúa con su proceso de innovación y lanza al mercado una línea de mermeladas gourmet para consumir en cualquier momento del año. La particularidad de las mismas es que han sido elaboradas a partir del vino que ellos mismos producen, por lo que el
resultado contiene un alto valor nutritivo y de calidad. Las confituras, de gran sabor, ya están disponibles en la tienda que posee en La Vid (Burgos) y se han extraído a partir de la uva Tempranillo, Cabernet Sauvignon y Verdejo. Su textura es cremosa, ideal para untar y fácilmente combinable con quesos,
foie, carnes, chocolates y frutas.
Con este nuevo lanzamiento se quiere sorprender al consumidor para que pueda experimentar en su paladar nuevos aromas y sensaciones, además de ofrecer una alternativa divertida en la cocina.
Las tres variedades que se presentan en envases de 140 gramos son el resultado de la primera remesa
de 1.500 unidades a un precio de 2,70 euros/unidad. Con este lanzamiento, unido al de la primera remesa
de aceites bajo el sello La Casona de la Vid se abre así una nueva unidad de negocio para la compañía.
En palabras del propietario y gerente de Grupo El Lagar de Isilla, José Andrés Zapatero, “el
comportamiento de los consumidores en relación a las mermeladas es casi estático así que hemos apostado por la comercialización de un producto que dota de mayores posibilidades gastronómicas al vino”.
El Lagar de Isilla es una empresa de referencia en Castilla y León ligada al mundo del vino y la enología desde 1995. Su propietario, José Zapatero, es impulsor de este negocio y apuesta, de forma decidida, por la región de la Ribera del Duero. El mimo, el cuidado, la fidelización y el trabajo en equipo desarrollado e implementado en cada una de las ramas de negocio es su sello personal fiel reflejo de una arraigada tradición familiar. Para el desarrollo de todo el proyecto, las instalaciones cuentan con espacios singulares como el restaurante, donde maridar la gastronomía local y los vinos de la bodega, un hotel con habitaciones tematizadas, original diseño y destinadas para diferentes ocasiones y la bodega histórica donde saborear la D.O. Ribera del Duero.