Cócteles clásicos, acordes de piano, música y diversión se concentran para crear una atmósfera única en el primer local de copas de los Redruello. Hijos de Tomás es el segundo concepto gastronómico que Familia La Ancha abre en el Hotel Thompson Madrid, aunque con acceso independiente desde la calle. en plena Plaza del Carmen.
Primero fue en La Gabinoteca, después en Fismuler y también en Molino de Pez. La música en directo juega un papel importante en el éxito de la experiencia
de algunos restaurantes de la Familia La Ancha. Ahora, Hijos de Tomás nace como una continuación de esas animadas cenas que destilan felicidad, como lugar destinado al disfrute. Hijos de Tomás es el lugar dónde pasárselo bien, dónde la música hará que cada noche sea diferente y dónde las personas que lo visiten participen de esa diversión dejándose llevar por la improvisación.
En este segundo concepto que la Familia La Ancha inaugura en el Thompson Madrid, Nino Redruello vuelve a conectar dos oficios que van muy unidos, coctelero y
músico, para crear un ambiente único, rendido a la más pura diversión a través de tragos clásicos, música en directo protagonizada por un piano y actuaciones improvisadas. Con Hijos de Tomás se suman a la oferta del ocio noctámbulo capitalino y refuerzan esa tradición madrileña del piano bar.
Tragos de corte clásico
La carta de cócteles está compuesta por tragos de corte clásico en su mayoría, como el Cox a base de ron, cachaça, carbón y lima; La Llorona con tequila, chile verde, chartreuse, jengibre y sal ahumada; Winston, elaborado con whisky bourbon, naranja, téy lima y algunos cócteles sin alcohol como el Niño Tomás preparado con clavo, canela y cola. Ofrece también una amplia selección de destilados premium y vinos. Además, Hijos de Tomás cuenta con una sencilla carta de picoteo con opciones como una selección de ibéricos, patatas bravas, ensaladilla o croquetas de jamón que complementan la experiencia.
Del diseño del local se ha ocupado Arquitectura Invisible, el estudio de arquitectura liderado por Ignacio Redruello. Provocador, clandestino y gamberro, son los adjetivos que comunica la estética de Hijos de Tomás. Un gran piano de cola es el protagonista de un espacio que ofrece al cliente embriagarse de música en directo de calidad en el centro de Madrid. Alrededor del piano, una gran barra, muy a la madrileña, y unos reservados que otorgan la intimidad que requiere la noche. Todo ello envuelto por la elegancia y la calidad que requiere un proyecto con sello familia La Ancha y el característico cuidado por el detalle de Arquitectura Invisible.
El piano, protagonista
La programación musical de Hijos de Tomás irá variando en función de los días y las horas y aunque el piano será el gran protagonista, también habrá lugar para otros instrumentos como el saxo, el cajón flamenco o la guitarra. Lo mismo sucede con las voces y con los djs que irán cambiando cada día. Los jueves Hijos de Tomás se rinde al tardeo abriendo desde las 18h y viernes y sábado se vuelve más nocturno y cierra a las 3.00h.