Se van a vendimiar 120 hectáreas de viñedo propio, las cuales acogen cuatro variedades de uva: Tempranillo, Monsastrell, Syrah y Cabernet Sauvignon. En todas sus variedades, se busca alcanzar tres tipos de madurez: de azúcares, la cual está prácticamente garantizada año tras año, la de las pieles, que son especialmente gratas al paladar en esta vendimia y finalmente la de aromas. El golpe de calor que se ha padecido durante el inicio del otoño ha acelerado una madurez que se preveía muy tardía.
Ayer se comenzaron a vendimiar aquellas partes más elevadas de los terrenos en los que la escasez de agua ha sido especialmente alta. Como es lógico se comienza con la Tempranillo, que se encuentra dentro de sus variedades más tempranas y se continuará con la Syrah.
No obstante, es muy probable que se vayan solapando parcelas de diferentes variedades, al encontrarse dispersas en diferentes entornos microclimáticos y especialmente condicionados por exposiciones, composiciones de suelos y diferentes altitudes.
Se prevé alguna lluvia ligera para estos días cercanos, que de cumplirse las previsiones de que no sean abundantes, servirán de refresco a las plantas y abrirán aún más el abanico de las fechas de vendimia
Con el nivel de madurez que se ha alcanzado en las pieles, está asegurada una estructura suave en sus vinos Carchelo (un coupage de Monastrell, Tempranillo, Syrah y Cabernet Sauvignon), Altico (su único vino monovarietal Syrah), Vedré y Canalizo (Monastrell, Syrah y Tempranilllo en diferentes coupages) hasta alcanzar la plenitud de cuerpo y potencial de envejecimiento con su Carchelo Selecto (vendimia seleccionada en viñedos exentos de tratamientos fitosanitarios, de elaboración meticulosamente controlada, fermentación alcohólica con levaduras autóctonas y segunda fermentación en barrica nueva de roble francés de calidad superior).
Esta suavidad en los taninos de uva hará que la madera quede en un segundo término en el paladar a pesar de la crianza de 12 y más meses en barricas de roble francés. Ahora sólo resta cruzar los dedos y esperar que todo vaya como lo previsto y augurar una excelente cosecha de Bodegas Carchelo en 2016.
Carchelo es una bodega familiar ubicada en el microclima especial y único que Jumilla brinda a los viñedos para elaborar tintos de alta calidad, que cuenta con la experiencia del acreditado enólogo Joaquín Gálvez. Su pasión por el vino hace que en Bodegas Carchelo se trabaje en la personalidad inimitable de cada uno de sus tintos.
Vinos asequibles con los que han alcanzado cotas de excelencia y diferenciación, alcanzando como ejemplo con su Carchelo Selecto 2012 la recomendación de la revista norteamericana Wine Spectator, como uno de los cinco vinos «altamente recomendados» del mundo, con 93 puntos en su número de mayo de 2016.
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