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Katz y Casa Orellana se unen para dar protagonismo al pastrami

Casa Orellana (Orellana, 6. Madrid) y Katz (con varios emplazamientos en la capital) se unen durante todo este mes de noviembre para dar protagonismo al pastrami con incorporaciones en la carta que incluyen una tabla de ahumados y el icónico sándwich de pastrami, pero con el toque andaluz de ofrecerlo con pan de mollete.

En el panorama gastronómico actual, donde la innovación y el respeto por la tradición son clave para destacar, dos cocinas con mucha personalidad, como son Casa Orellana y Katz, se unen para ofrecer una propuesta única que celebra lo mejor de sus orígenes. Este mes de  noviembre, está disponible esta colaboración que fusiona sabores únicos, dando lugar a una experiencia que promete convertirse en un must para todos.

Casa Orellana y Katz son conocidas por su autenticidad y por ser un referente en sus campos. Casa Orellana, en el barrio de las Salesas, ofrece una cocina arraigada en los sabores clásicos del sur de España, homenajeando las tabernas con unas elaboraciones contemporáneas que refleja su espíritu castizo. Por su parte, Katz, dirigido por David Katz, ha elevado el sándwich de pastrami, un clásico de Nueva York, a un nivel gourmet, conquistando paladares con una receta artesanal que combina especias equilibradas y un cuidadoso proceso de curado y ahumado.

Pasión por el ahumado de carnes

Katz nació de la mano de David Katz, un ingeniero israelí que, tras una carrera en la aviación y en el I+D, decidió seguir su pasión por la cocina. Desde muy pequeño, David se interesó por los fogones en su hogar, experimentando con técnicas como el ahumado de carnes. A lo largo de sus viajes y su trabajo en un restaurante francés en Tel Aviv, fue adquiriendo conocimientos y afinando su estilo en la cocina. En 2020, decidió plasmar esa experiencia y curiosidad en su propio proyecto, creando Katz, donde su enfoque en la calidad y el respeto por los métodos tradicionales lo han diferenciado en la escena.

El secreto de Katz está en su pastrami que se elabora siguiendo un proceso tradicional que tiene su origen en la comunidad judía. El primer paso consiste en preparar la carne según las leyes Kosher, eliminando la sangre y tendones, para luego curarla en salmuera con especias durante al menos 10 días en refrigeración. Tras este proceso, la carne es ahumada con astillas de roble blanco y árboles frutales como el manzano o el cerezo, lo que le aporta su característico toque ahumado. El resultado es una carne jugosa y con un sabor único, que refleja la dedicación artesanal de Katz y lo hace destacar en un mercado donde este tipo de elaboración ya no es tan común.

Varios productos exclusivos

La colaboración traerá como resultado la inclusión de varios productos exclusivos de Katz en la carta de Casa Orellana. El primero será una tabla de pastrami, que permitirá a los clientes disfrutar de este producto en su forma más pura, resaltando su calidad y textura. El segundo producto estrella serán dos molletes de pastrami, uno de ternera y otro de pollo, dos versiones del famoso sándwich de Katz, reinventado para integrarse a la perfección en el ambiente castizo de Casa Orellana.

Esta fusión no solo es un encuentro de sabores, sino también una convergencia de filosofías. Mientras que Casa Orellana mantiene vivas las raíces gastronómicas de Andalucía en Madrid, Katz incorpora aires internacionales con un especial cuidado del producto, lo que da como resultado una colaboración que celebra lo mejor de ambos mundos. Para quienes van en busca de sabores nuevos, los productos de Katz están disponibles en Casa Orellana hasta finales de mes, ofreciendo una oportunidad exclusiva de disfrutar ambos clásicos en un mismo bocado.

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