Dirigido por Luis Álvarez, el producto es el protagonista de una carta fresca, ligera donde la calidad y el origen es lo único que importa. Especializados en el producto de máxima calidad trabajado en casa y en el cocido madrileño, La Gran Tasca (Santa Engracia, 161. Madrid) va más allá y es una referencia segura para los amantes de la cocina tradicional.
La cocina española más tradicional elaborada con los mejores productos es el santo y seña de la carta de La Gran Tasca, un local que lleva atendiendo a sus comensales desde 1942, manteniendo la solera de su local de siempre. Este restaurante, cuya personalidad en los meses de frío está marcada por el cocido, con la llegada de la primavera deja brillar sobre la mesa las bondades de la huerta, el mar y el campo español.
Productos con apellido
Los productos de temporada, con el apellido de su procedencia, son el eje de la carta primaveral de La Gran Tasca. Elaboraciones tradicionales, frescas y ligeras, pensadas para compartir y disfrutar en torno a la mesa. Las croquetas, de su cocido y jamón ibérico y pollo, son dos de sus raciones estrella, junto con la morcilla artesana de Burgos elaborada tripa natural y acompañada de pimientos asados en casa, los torreznos de Soria con pimientos de Padrón, la chistorra de Navarra frita a la cazuela con patatas panadera al horno, las ancas de rana premium al ajillo o rebozadas, los pimientos del Piquillo rellenos de bacalao y gambas con su respectiva salsa de pimientos o las anchoas de Santoña “00” son algunos de los ejemplos de platos que se sirven al centro para disfrutar en compañía.
Mas allá del cocido
Si bien es cierto que la seña de identidad de La Gran Tasca es su cocido, en cada servicio sus mesas se llenan de otras muchas elaboraciones que marcan una carta clásica con platos típicos centrados en los productos de calidad.
Las verduras, con especial hincapié en las flores de alcachofa con jamón y salsa casera de romesco, las judías verdes con jamón, las habitas baby salteadas y el panaché de verduras de la huerta rehogadas con ajo y jamón protagonizan los platos principales junto con las ensaladas frescas.
Entre los guisos caseros, esos hechos con mimo para disfrutar de un plato de cuchara, el rabo de toro estofado, un clásico del recetario tradicional, es el gran referente de la carta. Además, los callos a la madrileña y los callos con garbanzos son otros de los guisos más relevantes, además del arroz caldoso con bogavante nacional. En el ámbito de las carnes destaca el chuletón de Norteños madurado durante 25 días que sirven a la piedra; Unas piedras elaboradas por un tornero que se sirve en mesa en un hornillo individual para que cada comensal termine la carne al punto deseado. Las chuletitas de cordero lechal y el cachopo completan la oferta para los amantes de las carnes. En lo referente a los pescados, llaman la atención los chipirones de costa a la plancha, las delicias de merluza de pincho y el gallo a la romana.
Su icono: el cocido madrileño
Lo catalogan como uno de los mejores cocidos de la capital, es el plato estrella de la carta e, incluso, en primavera, son muchos los clientes que acuden a La Gran Tasca a disfrutarlo. Se prepara durante dos largos días y se elabora con 15 ingredientes de máxima calidad, entre verduras, hortalizas, legumbres y carnes que se sirven más tarde en una gran bandeja con el fin de ofrecer al cliente un plato único cuidado en cada detalle.