La miel de lavanda H. Gordo de Héctor Gordo, elaborada en Guadalajara, ha ganado el X certamen nacional Mieladictos, cuya fase final se ha celebrado en la Fundación Oxígeno de Burgos, después de que un jurado profesional haya catado a ciegas las mejores 12 mieles en sus diferentes categorías, de las que han pasado seis, hasta decidir las tres ganadoras.
Las colmenas de Héctor Gordo se encuentran en Muduex, en Guadalajara, en “unos preciosos paisajes de lavanda donde las abejas campan a sus anchas”, explica el apicultor, tercera generación. Su abuelo ya tenía colmenas, aunque hacía miel para consumo familiar; su padre puso alguna más y fue Héctor quien se comenzó a dedicar a ello de manera profesional, una labor que ya desde pequeño le llamaba la atención y ayudaba en lo que podía. “Es un mal vicio esto de las colmenas porque no puedes parar de investigar y ver cosas nuevas, hablar con unos con otros y sacar tus propias conclusiones”, afirma Héctor, quien trabaja codo con codo con su pareja Miriam. Su miel se puede comprar en el municipio de Muduex o pedirla directamente al apicultor en el teléfono 646623069.
El jurado profesional que ha catado las mieles finalistas ha destacado la gran variedad de mieles y su exquisita calidad. Todos coinciden en que este tipo de concursos ayuda a que el consumidor final tenga la oportunidad de conocer la extensa tipología de mieles, sus diferentes aromas y sabores, “un mundo por descubrir”.
Seis mieles finalistas
De las más de 140 mieles que han participado este año en el X certamen Mieladictos, solo seis han pasado a la final. En segundo lugar, ha quedado la miel multifloral Dolçamar de Menorca, de Antoni Anglada. El apicultor tiene colmenas en diferentes lugares de la isla: “tiene una característica que, bajo mi punto de vista, hace que la miel sea excepcional: el viento. Sobre todo en el norte, directamente del mar, favorece el crecimiento de unas plantas altamente resistentes al clima y que generan un aroma y un gusto especiales a la miel. La miel de Menorca era ya apreciada por los romanos hace 2.000 años, también se exportó a Londres durante la dominación británica de la isla, dada su finura y riqueza floral”, expone.
El tercer puesto ha sido para la miel de montaña Vuelo 08, de Gloria Suárez, una de las últimas apicultoras de la Reserva de la Biosfera de los Valles de Omaña y Luna, en León. Sus colmenas se ubican en la localidad de Salce, su pueblo. “En realidad, no tiene nada de especial o lo tiene todo” cuenta Gloria, “es una zona de montaña, a más de 1200 metros de altitud, donde no hay ningún tipo de contaminación, ni actividad industrial. La principal actividad es la ganadería extensiva, que ayuda a preservar los montes y el entorno. Esto creo un clima perfecto para tener colmenas entre urces, robles, escobas o espinos majorales”.
Las otras tres finalistas han sido la miel de alta montaña Muria (Pirineo catalán), de Rafel Muria; la miel de brezo Con Gusto de Valdavia (Congosto de Valdavia, Palencia), de María Teresa Paradero; y la miel multifloral De Liñares (Pontevedra), de David Liñares.