El pasado jueves, 20 de enero, se dio el primer paso para elaborar una nueva añada del vino de guarda Colección Vivanco 4 Varietales Dulce de Invierno. La vendimia tardía, en pleno mes de enero, de las uvas botritizadas de las variedades tradicionales riojanas Tempranillo, Graciano, Garnacha y Mazuelo tiene lugar en los viñedos que rodean la Bodega y el Museo Vivanco de la Cultura del Vino, catalogado por la UNESCO como el mejor del mundo en su categoría, situado en Briones (La Rioja).
Colección Vivanco 4 Varietales Dulce de Invierno nace del frío, de la recogida tardía de los frutos en las vides que, con los cuidados y el tiempo necesarios, se convertirán en un delicioso vino dulce, pionero en La Rioja, sin alcohol ni azúcar añadido. Los vendimiadores recolectan a mano las uvas botritizadas de estas cuatro variedades tradicionales tintas riojanas, que se cultivan en la finca El Cantillo (Briones) y se recolectan de forma separada.
La tradición de los vinos supurados riojanos
Estas uvas, que han resistido las inclemencias del tiempo, quedan deshidratadas en el viñedo. Ello supone un menor rendimiento, que se compensa con su alta concentración dulce. El enólogo Rafael Vivanco recupera la tradición de los vinos supurados riojanos, que se remonta a la época en la que los viticultores guardaban en casa las uvas y las comían pasificadas hasta la Navidad. Los racimos sobrantes se prensaban y se sometían a un proceso de fermentación.
El vino permanece 14 meses en barricas de roble francés, antes de afinarse seis meses más en botellero, tiempo que incrementa su complejidad. Colección Vivanco 4 Varietales Dulce de Invierno destaca por sus aromas intensos y muy agradables a frutas escarchadas, orejones de melocotón, naranja confitada y dulce de membrillo, todo rodeado de elegantes notas florales y cacao. En boca es sensual, delicado, con un fino dulzor frutal muy fresco e integrado, que lo convierten en un vino largo, sabroso y placentero.