La Ruta del Vino de Rueda, que recorre las provincias de Segovia, Ávila y Valladolid y acoge 22 municipios con historia, 30 bodegas visitables, 46 monumentos declarados Bien de Interés Cultural, un rico patrimonio culinario y enclaves naturales de extraordinaria belleza, ofrece durante todo el año un sinfín de planes aptos para todos los gustos y tipos de visitantes. Pero es ahora, durante la vendimia, cuando este territorio bañado por el Duero se convierte en un auténtico hervidero de emociones y actividad. Por el día, enólogos, viticultores, bodegueros y lugareños, la mayoría ligados de una manera u otra a la cultura vinícola, se reúnen en las plazas y bares para comentar con emoción el que para ellos es el momento más esperado del año –cómo va la recogida, cómo está siendo la calidad de la cosecha, etc.– y esperar con ilusión la llegada de la uva a bodega. Por la noche, el campo se llena de luces y gente que quiere vivir en primera persona la magia de la vendimia nocturna, que se nutre de la más moderna tecnología para extraer lo mejor de la delicada uva verdejo y que en la actualidad sigue siendo la práctica más extendida en Rueda, aunque algunas bodegas han comenzado a apostar también por la vendimia diurna manual.
Actividades en las bodegas
Durante este mes y medio de celebración –la vendimia dura desde principios de septiembre hasta mediados de octubre–las bodegas presentan al visitante sus planes más originales. En La Seca, por ejemplo, la bodega Javier Sanz Viticultor organiza catas al atardecer en el campo: una experiencia que permitirá al visitante sumergirse en el fervor de la vendimia desde un entorno único como es el Pago Finca Saltamontes, el viñedo más antiguo registrado en la D.O. Rueda, con 150 años de antigüedad, y conocer varietales tan especiales como la malcorta, un tipo de verdejo casi extinto, o la única cepa original de la variedad cenicienta. También en esta localidad destaca la propuesta de la bodega Cuatro Rayas, una de las cooperativas más antiguas del país, para ver la vendimia nocturna –con maquinaria de última generación y una potente iluminación que la conveniente en un espectáculo digno de la mejor ciencia ficción– y la diurna, realizada de forma manual.
En otro de los municipios más candentes durante estos días, Rueda, Ramón Bilbao organiza sus ya tradicionales Noches de Vendimia que, en esta su tercera edición, ofrecen al visitante la posibilidad de vendimiar algunos racimos de forma manual, pisar en cubos como se hacía tradicionalmente y catar mostos en fermentación, además de disfrutar de un menú degustación maridado con sus vinos para culminar la jornada. Yllera, que esconde en su subsuelo un kilómetro de galerías de estilo mudéjar que datan de finales del siglo XIV-principios del XV y que ha sido bautizado como ‘El Hilo de Ariadna’, ha creado ‘Entre Uvas y Estrellas’, una actividad nocturna que tendrá lugar entre su ‘laberinto’ subterráneo y el viñedo y culminará con una cena maridaje en el restaurante de la bodega. Por su parte, Bodegas Menade, referente y pionera de la viticultura ecológica en Rueda, propone distintas opciones enoturísticas como por ejemplo la experiencia ‘Menade en familia’, en la que padres e hijos podrán recoger sus propias uvas y disfrutar de una comida en La Cantina Menade, o ‘Menade by Nature’, que incluye, entre otras cosas, una visita a su sorprendente hotel de insectos –que acoge 40 especies que utilizan para la protección y polinización del viñedo y la finca– y a su granja, donde gallinas y ocas conviven con burros de raza zamorana, en peligro de extinción.
Fiestas de interés cultural
Además de las actividades en bodega, los propios pueblos organizan en estas fechas tan especiales sus propias fiestas. Entre las más importantes y con mayor tradición se encuentran la Fiesta de la Vendimia de Serrada y la Fiesta de la Vendimia de Rueda, con 38 y 32 años de antigüedad, respectivamente. La primera tiene lugar los días 18 y 19 de septiembre y la segunda, declarada Fiesta de Interés Turístico Regional, del 8 al 10 de octubre. Tradicionalmente, ambas se celebraban al acabar la vendimia, cuando, después de días mirando al cielo, todo el mundo podía respirar tranquilo y celebrar que la vendimia había finalizado con éxito; actualmente ofrecen un momento de encuentro entre habitantes y visitantes en torno a un completo programa de actividades como catas y maridajes, mercados artesanos, música en vivo, etc. y representan la tradición vinícola de esta fértil tierra y del espíritu alegre y festivo de sus gentes.
Durante esta vendimia 2021 destaca también otra cita: las Jornadas del Mosto de La Seca, que celebran su segunda edición el primer fin de semana de octubre y que este año estarán vinculadas a la madera como elemento orgánico ligado a la vitivinicultura. La programación engloba diversas actividades en las que se vincula el mosto de la uva verdejo, base de los afamados vinos de Rueda, con la madera e incluye un homenaje a Juan Macías Revuelta, retablista y tallista nacido en La Seca, cuyas obras se encuentran repartidas en el patrimonio del territorio de la Ruta del Vino de Rueda y del que se conmemora el tercer centenario de su nacimiento. Un concurso de pintura rápida, talleres, exhibiciones artísticas, senderismo y rutas por sus bares y restaurantes para disfrutar de un pincho y un cóctel con mosto son algunas de las actividades que tendrán lugar en la localidad vallisoletana.
Dulces de vendimia
La Ruta del Vino de Rueda supone un destino turístico ideal para los amantes de la enología, pero también de la gastronomía. Además del vino, hay tres productos que la caracterizan: el queso —que recientemente ha obtenido la Indicación Geográfica Protegida ‘Queso Castellano’—, el pan elaborado con masa madre y la repostería artesana que en época de vendimia vive también su momento álgido con preparaciones exclusivas de estas fechas, como los tortos de mosto o el helado de mandarina y verdejo, y otras que se pueden degustar todo el año.
Para los más golosos, algunas paradas imprescindibles en la ruta durante estos días son: La Giralda de Castilla, en Matapozuelos, donde se pueden adquirir los tortos de mosto, un dulce tradicional recuperado del recetario de las abuelas de la zona que solo se puede disfrutar durante la vendimia porque se utiliza mosto natural recién extraído; Xokoreto, en Castronuño, que en septiembre y octubre tiene helados artesanos de mandarina y verdejo y un delicioso postre casero de fresas y vino y, durante todo el año, ‘govinolas’ de vino tinto, blanco y rosado sin alcohol; Le Boutique, en Mojados, donde en vendimia se puede disfrutar de su ‘chocolate y Rueda’, un postre de chocolate con vino dulce en su interior, mousse y crujiente de chocolate con glasé negra; Pecado Artesano, en Medina del Campo, que elabora diferentes tipos de pan de masa madre eco entre los que destaca el de frutos secos con uvas pasas; y Pastelería Galicia, en Tordesillas, en la que sobresalen sus pastas artesanas de diferentes tipos (de chocolate blanco, chocolate negro, azúcar…) con vino Verdejo de Rueda.
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