Ubicado en el corazón de la comarca del Matarraña (Teruel), La Torre del Visco está reconocido como uno de los hoteles más remotos y tranquilos de España; pertenece a la selecta familia Relais & Châteaux, que engloba las propiedades más singulares del planeta, es un ejemplo de sostenibilidad y se erige como un proyecto integral para los amantes del lujo sencillo y el placer gastronómico que buscan disfrutar de la vida sin prisas y en absoluto relax.
Con 100 hectáreas de terreno, es un proyecto integral único y pionero en España que alberga un restaurante galardonado con la estrella Verde Michelin –un reconocimiento a su compromiso con el entorno–; un huerto propio, árboles frutales y 2.000 olivos que autoabastecen a su cocina de frutas, verduras, hierbas aromáticas y AOVE ecológicos; y 16 habitaciones diseñadas para desconectar.
Observación de las estrellas
Cuenta además con extensos jardines –salpicados de románticos rincones, fuentes, estanques y 70 variedades de rosas–, una piscina con vistas y una terraza privilegiada desde la que observar las estrellas como en ningún otro sitio.
La Despensa de Esteve y Pastoreo
Esta temporada, La Torre del Visco ofrece al visitante nuevas experiencias para sumergirse en su esencia –La Despensa de Esteve, para conocer los secretos de su huerto y profundizar en la cocina vegetal, y Pastoreo, en torno a la trashumancia– de la mano de un equipo absolutamente volcado en la felicidad del cliente, en la economía circular y en el aprovechamiento de los recursos.
Cocina de «metro cero»
El restaurante El Visco ofrece una cocina que algunos han bautizado como de ‘metro’ cero, ya que el 60% de los ingredientes que conforman la carta procede de la propia finca. Y lo que no se auto produce se busca en un radio lo más limitado posible, incluyendo el pescado, que se trae cada semana de la localidad costera de l’Ampolla (Tarragona), a 60 kilómetros. Reconocido con la estrella Verde Michelin, al frente de sus fogones y de un experimentado equipo, se encuentran Michael Torres y Andrea Mesa, pareja en lo personal y en lo profesional, muy involucrados en la defensa del territorio y en el aprovechamiento de los recursos y cuyo reto es «respetar un producto que se mima desde el origen, aprovecharlo al máximo y extraer todo su potencial».