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LAALVAROTECA, un referente culinario en Málaga con influencias marinas y caza

Álvaro Ávila es un chef malagueño conocido por su restaurante LAALVAROTECA en Málaga. Su propuesta culinaria se centra en platos creativos con influencias marinas y de caza. Ofrece un menú degustación de 14 etapas y una selección de tapas a través de su Carta Blanca. Su restaurante es un punto de referencia culinario con una estética visual sorprendente y una fusión de estilos. En su menú se destacan platos como croquetón de perdiz marinada, buñuelo de camarón dorado y gyoza de mondongo. Además, ofrece opciones de platos de guisos, pescados, mariscos y postres. También ofrece un menú degustación llamado Origen.

Álvaro Ávila es un chef malagueño que, tras trabajar en varios restaurantes, decidió abrir su propio establecimiento gastronómico: LAALVAROTECA (Gerona, 38. Málaga). Su propuesta culinaria se caracteriza por ser creativa, utilizando ingredientes de calidad y con influencias marinas y de la caza. En su menú, encontramos platos innovadores y su menú degustación, conocido como Origen, consta de 14 etapas con su toque personal. Además, también ofrece la posibilidad de probar una selección de platos en forma de tapas a través de su Carta Blanca.

Álvaro Ávila se autodefine como inquieto, insatisfecho y apasionado de su labor. Siempre leal a sus raíces malagueñas y jienenses, desde temprana edad se mostró atraído por la cocina y por ello se aventuraba en los fogones de su abuela a los ocho años. Realizó sus estudios en la Escuela de Hostelería Jacaranda, comenzó su carrera en establecimientos hoteleros como Meliá Costa del Sol y Villa Padierna. Más tarde, laboró en varios restaurantes de Madrid: Real Café Bernabéu y Jardín de la Leyenda, incluso realizó prácticas en Arzak, antes de regresar a su Málaga natal, donde formó parte de los equipos de cocina de Adolfo y Mar de Alborán. En el año 2013, inició su proyecto personal, LAALVAROTECA, que abrió sus puertas como una taberna de bocados y raciones de cocina tradicional con toques creativos, hasta lograr que en la actualidad su restaurante sea un punto de referencia culinario en una zona popular y ubicada fuera del núcleo urbano.

LAALVAROTECA alberga desde el inicio la constante inquietud de Álvaro Ávila, cuyo desarrollo culinario ha evolucionado a lo largo de diez años para convertirse en un reconocido restaurante de alta cocina, donde resaltan los deliciosos sabores de ingredientes excelentes, especialmente provenientes de los océanos y la caza.

Con una filosofía desvergonzada y descarada, LAALVAROTECA surgió, aunque ahora se destaca la fundación tradicional de una cocina producto de la personalidad y la intuición de un chef que emplea perseverancia, habilidad y muchas horas de labor en todos sus platos y preparaciones.

La estética visual del lugar sorprende, una fusión de estilos y decoración, producto de la desbordante creatividad del propietario y su pasión por los cómics y el cine de ciencia ficción. El local, situado en Cruz de Humilladero, el barrio donde Álvaro se crió, está muy cerca de la estación de tren María Zambrano, y ha sido moldeado a su gusto con el objetivo de desafiar las expectativas de los clientes. Entrar en LAALVAROTECA representa adentrarse en una arriesgada propuesta gastronómica, saliéndose de los convencionalismos pero manteniendo una base sólida y un equilibrio, adecuada para todo tipo de público y sin perjudicar el bolsillo.

 La carta

 En la carta de LAALVAROTECA se encuentran opciones como el croquetón de perdiz marinada, el bloque de hígado graso, chocolate colourado y caramelos estalladores; el donette de estofado de sepia en su propia tinta, el buñuelo de camarón dorado, alioli de algas y salsa de su coral; o la gyoza de mondongo, su sopa fría de marisco y habas provenientes de la montaña Torcal.

Si te gustan los guisos, puede disfrutar de las lentejas caviar con royal de caza y jamón de pato; el canelón de pato estofado con foie y bechamel de trufa; el risotto de rabo de toro y calabaza; el arroz caldoso de higaditos de pollo y codorniz; o las albóndigas de jabalí guisadas al estilo thai.

Del mar emergen el bacalao premium confitado, suave de miso y maíz; el salmonete, a la riojana, maíz y endivia; el rodaballo, escabechado al pil pil y aceite de oliva virgen extra; y la lubina asada. Mientras que del campo provienen los platos de venado estofado flamenco con pera; la caza de paloma torcaz asada; el conejo al ajillo; y la carrillada estofada con jugo de pimienta, muselina de setas y carpaccio de portobello. Y para finalizar, opciones de postres como el huevo en su nido; la tartaleta de limón; o la cuajada de torta de casar, helado de miel, toffe y piñones.

Carta Blanca

 La idea gamberra de Álvaro Ávila, conocida como Carta Blanca, brinda la oportunidad de degustar numerosos platos de la gastronomía de LAALVAROTECA, mediante una sucesión de aperitivos durante una única visita al restaurante. En este menú, el cliente se entrega a las habilidades del chef hasta que se encuentre satisfecho y, posteriormente, decide cuando detenerse en la ingesta de alimentos. Se trata de una propuesta divertida y sin complicaciones, ya que la cocina determina lo que el comensal consume, basado en los ingredientes disponibles en la lonja o el mercado.

Un Menú Origen

 Cada día en LAALVAROTECA resulta especial debido a la oferta del menú degustación del restaurante, por un precio de 67 € y en mesas con capacidad máxima de seis personas. Original y arriesgado, Origen se compone de 14 platos con la marca personal de la cocina de autor de Álvaro Ávila. Para iniciar el menú, se ofrece la gominola de AOVE, las aceitunas, la tosta de bacalao, ensaladilla y gamba roja; el gunkan de ortiga, huevo y jamón ibérico; la ostra, ponzu y kimchee. A continuación, se sirve el taco de chivo al estilo pastoril; la tosta de arroz negro, anguila ahumada y ali oli; la sardina que anhelaba ser tomate; el rodaballo, escabeche y AOVE; el arroz caldoso de codorniz; el cochinillo confitado, chutney de mango y helado de jengibre. Y para concluir, se ofrece una selección de quesos de su carrito; y de postre, la leche merengada, helado de violetas y amaretto; y una variedad de petit fours.

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