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Lado Restaurante: Cocina gallega contemporánea en el interior de Ourense

La joven pareja de cocineros formada por Borja Piñeiro y Elia Pereira traslada su restaurante desde Lugo al pequeño pueblo ourensano de Muiños (Porqueiros, 30) para apostar por el territorio, el producto de proximidad y la revitalización del negocio familiar.

Por decisión, por raíces y por amor a la tierra. Así podría resumirse el nuevo capítulo de Lado, el restaurante de autor que Borja Piñeiro (26 años) y Elia Pereira (30 años) han reabierto en el pequeño municipio ourensano de Muiños, después de haber triunfado en Lugo con una cocina reconocida. Pero esta no es solo una historia de gastronomía: es una historia de retorno, de valentía y de compromiso con una Galicia que muchos han dejado atrás.

De la ciudad al corazón del Xurés

Elia se formó en la Escuela de Hostelería de Vilamarín y fue forjando su camino en diferentes cocinas hasta llegar al restaurante Nova, uno de los grandes referentes gastronómicos de la ciudad de Ourense. Borja, natural de Melide, estudió cocina en Santiago de Compostela y acumuló experiencia en varios fogones hasta que la pandemia cruzó sus caminos. Fue entonces cuando decidieron emprender juntos su primer proyecto: Casa de Curro, en Baralla, con el que lograron un Solete de la Guía Repsol. Aquella aventura fue el preludio de algo aún más ambicioso: Lado, su restaurante soñado, que abrieron en Lugo y con el que conquistaron al público y a la crítica especializada.

Durante dos años y medio, Lado fue uno de los proyectos más prometedores de la escena culinaria lucense. Allí, Borja y Elia perfeccionaron una propuesta contemporánea y muy personal, construida sobre el producto gallego y articulada a través de menús degustación que combinaban técnica, sensibilidad y un profundo respeto por el sabor. La acogida fue excelente. Pero ellos querían más. O quizás, querían menos: menos ruido, más raíz. Menos ciudad, más tierra.

Por eso, cuando la familia llamó y la oportunidad de dar una nueva vida al negocio rural de los padres de Elia se presentó, no lo dudaron. Recientemente, Lado reabrió sus puertas en el lugar donde la historia de Elia comenzó: Muiños, una aldea de apenas 20 habitantes rodeada de montañas, silencio y naturaleza exuberante, pero a solo media hora en coche de Ourense. Un enclave que representa, como tantos otros, a esa «España vaciada» que lucha por no desaparecer.

El restaurante, de apenas 14 plazas, se encuentra en la planta baja del alojamiento rural Casa As Fontes, llamado así por las dos fuentes que hay en la plaza donde se ubica, que abastecen de agua al pueblo. Este encantador hotel rural de seis habitaciones es propiedad de los padres de Elia, actualmente en proceso de jubilación. La joven pareja ha tomado el relevo generacional con ilusión y el objetivo de dar continuidad al negocio familiar, pero también, de apostar por el futuro del rural gallego reactivando un entorno que, pese a su quietud, rebosa vida y posibilidades.

Cocina contemporánea con alma y con raíces

Lado es mucho más que un restaurante. Es un manifiesto gastronómico en favor de la tierra, del producto local y de una cocina que evoluciona sin perder sus raíces. La propuesta de Borja y Elia tiene base tradicional y alma vanguardista, siendo el producto gallego —famoso por su excelencia— el gran protagonista. “Partimos de elaboraciones tradicionales, pero las reinterpretamos con una visión actual y creativa”, explican.

Sus creaciones se nutren de ingredientes de cercanía procedentes del Parque Natural del Xurés, de las huertas locales, del mar gallego y de los bosques que rodean Muiños. Trompetas de la muerte recogidas en los montes del municipio, miel de un proveedor del Concello, pan artesanal de una panadería vecina… cada producto que llega al restaurante tiene nombre y origen y se trata con el máximo respeto, porque aquí cocinar es también un acto de escucha y de cuidado. En definitiva ,la suya es una forma coherente y honesta de entender la cocina como algo vivo y conectado con el entorno. Porque aquí no solo importa lo que hay el plato, sino también la experiencia completa: el viaje, el entorno, el momento.

Su oferta se articula en torno a dos menús degustación que cambian periódicamente en función de la temporada y del mercado. En ambas propuestas —Brétema, de 8 pases (50€), y Lado, de 14 pases (65€)— se combinan sabores limpios, texturas sorprendentes y emociones profundas en recetas que reinterpretan la tradición desde una mirada actual. Sobresalen un fresquísimo entrante de cogollo, pepino, tomate, vinagre de pimientos de Padrón; la filloa de richada y col, que honra los sabores de siempre; la panna cotta de trompetas de los muertos, berza, pipas de calabaza, melaza de piña e infusión de bosque; un delicado carpaccio de mar con alga codium, anacardo y fresa; el gallo de Mos –una raza autóctona gallega en peligro de extinción– con manzana, apio y trigo; el puerro confitado con salsa holandesa y pepinillo y la cebolla Chata de Galicia en tres texturas que resume su amor por el producto.

La parte dulce, de la que se ocupa Elia, destaca especialmente con propuestas como la frambuesa con kéfir y vainilla o un pain perdu con crema de miel, haba tonka y teja helada. Cada plato cuenta una historia. Nada está puesto al azar, todo está pensado, todo es sincero y conforma un menú rebosante de equilibrio, emoción y un profundo amor por la tierra.

Regreso al origen, apuesta por el futuro

Lado es el resultado de un equilibrio de roles y de un trabajo en equipo: Elia es la responsable de la parte dulce mientras que Borja se ocupa de los principales y de gestionar una carta de vinos muy personal con unas 60 referencias: unas 40 nacionales, con especial protagonismo de los vinos gallegos, y cerca de 20 internacionales. Detrás de cada servicio hay ilusión, trabajo y mucho esfuerzo. Porque la reapertura de Lado en Muiños responde a mucho más que a una visión de negocio; es una apuesta real por el territorio, por la sostenibilidad, por otra forma de hacer restauración.

La casa rural que acoge el restaurante, Casa As Fontes, está en proceso de reforma. Cuenta con seis acogedoras habitaciones (a 50€ por noche), un jardín con hórreo gallego, un porche de madera, y pronto sumará una piscina climatizada y una zona de gimnasio. Es un lugar pensado para desconectar, para quedarse. Porque la idea no es solo venir a comer, es vivir la experiencia completa. Borja y Elia quieren que sus clientes, sus huéspedes, no solo se lleve un gran recuerdo gastronómico, sino también una conexión emocional con este rincón de Galicia. Porque han vuelto para quedarse. Para demostrar que el rural también puede ser vanguardia. Que el futuro también se cocina en pueblos como Muiños y lo están consiguiendo paso a paso, con ganas y con pasión.

Redacción

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