Dice la tradición que el comensal que en su porción de Roscón encuentre la figurita será coronado rey con gran alegría, no así el que encuentre el haba, que pagará tan riquísimo postre.
Desde hace unos días ya se pueden comprar los Roscones de Reyes en las tiendas madrileñas de San Onofre (San Onofre, 3) y La Santiaguesa (Mayor, 73). Ana y Mónica siguen la tradición de su padre y maestro artesano Daniel Guerrero, dejando reposar la harina de trigo gallega para su elaboración un mínimo de 20 o 30 días y un amasado de casi media hora con tres reposos antes de meterlos en el horno. “La producción tiene que ajustarse a la venta y el Roscón hay que comprarlo recién hecho”, comentan. Y es que su Roscón de Reyes, que se vende a 39 euros el kilo, con y sin relleno, sigue siendo inimitable.
Mantequilla, huevos camperos y agua de azahar
En San Onofre solo se usa mantequilla, ningún sucedáneo ni margarina, los huevos son camperos y el agua de azahar de los hermanos Luca de Tena. Ron blanco y unas gotas de aceite de oliva virgen extra junto a las frutas confitadas son algunos de los ingredientes de una fórmula que consigue fieles cada año. Por supuesto, no faltan los tres elementos básicos: la corona, la sorpresa y el haba en cada uno de sus roscones que están disponibles sin relleno, o con nata, trufa o crema tostada. También ofrecen la posibilidad de comprarlo junto a los distintos rellenos aparte para que cada comensal lo disfrute en la mesa según su gusto.
Hornos San Onofre (www.pasteleriasanonofre.com), no utiliza sucedáneos ni margarinas, ni OMG´s (organismos genéticamente modificados). Solo compran a chocolateras que les garanticen la No explotación infantil en las plantaciones y el Certificado de Calidad asegurando manteca de cacao (nunca grasa a base de coco o palma).