El próximo 9 de marzo se celebra el Día de la Tortilla, y no hay mejor manera de rendir homenaje a este clásico de la gastronomía española que degustando una tortilla icónica de Madrid. Hablamos de la famosa tortilla de patatas y cebolla confitada de Juana La Loca, un referente gastronómico que ha conquistado a madrileños y visitantes por su sabor inigualable y textura perfecta. Juana La Loca cuenta con una flamante nueva sede en la calle Recoletos 10 de Madrid.
Tras haberse consolidado en el barrio de La Latina, Juana La Loca inicia una nueva etapa en una ubicación privilegiada: Calle Recoletos 10, en pleno corazón del barrio de Salamanca. Este traslado supone una renovación en su propuesta, que combina gastronomía, arte y diseño sin perder la esencia que ha convertido a su tortilla en una parada obligada.
Calidad de ingredientes y control de temperatura
Reconocida por su cremosidad y equilibrio de sabores, la clave de esta tortilla reside en la selección de ingredientes de primera calidad, la paciencia en la precocción de las patatas (que dura 2 horas y media) y el meticuloso control de temperatura durante todo el proceso. Además, su receta incorpora cebolla, aportando una dulzura y jugosidad que la hacen irresistible.
«Los ingredientes son fundamentales: aceites seleccionados, patatas con una textura y densidad especial y especias de la mejor calidad. Trabajamos con pequeños proveedores que seleccionan personalmente cada producto», destacan desde la cocina del restaurante.
Servirla a temperatura ambiente
Para quienes quieran replicar esta obra maestra en casa, desde Juana La Loca comparten un consejo clave: paciencia en la precocción y el uso de sartenes de acero de alta calidad para lograr una distribución uniforme del calor. Además, recomiendan servirla a temperatura ambiente, ya que es en ese punto donde se potencian todos los sabores y aromas.