Katz (Gabriel Lobo, 24. Madrid) se prepara para celebrar la festividad de la Almudena con una Corona de la Almudena muy especial. Con la llegada del 9 de noviembre, día de la patrona de Madrid, los obradores de Katz, tanto el sin gluten como el tradicional, se unen a la tradición madrileña con su propia versión de este dulce tan característico que se ha convertido en un ícono local debido a su nombre y a la fecha en que se disfruta.
Sabías que la Almudena es la patrona del gremio de los pasteleros? David Katz, propietario y fundador de Katz, ha querido rendir homenaje a la patrona con una receta especial, fiel a la filosofía en la que se basa toda su propuesta gastronómica, que se caracteriza por el uso exclusivo de materias primas locales, sostenibles y ecológicas.
La Corona de Katz, como en el caso de su ya celebré Roscón de Reyes, fusiona la alta pastelería francesa con la tradicional para mantener las características distintivas del dulce, como su sabor a naranja, derivado del uso de zumo de naranja en la receta original, al mismo tiempo alarga el tiempo de fermentación de la masa para conseguir una textura extremadamente esponjosa y suave y la nata y mantequilla que se utilizan son rigurosamente caseras. El relleno puede ser de nata, crema pastelera o trufa y las coronas están decoradas con la tradicional estatuillas de la Virgen. La Corona estará disponible en versión con y sin gluten, con relleno de nata o sin relleno, en formato de 250 gr (12.80 € y 14.80 €).
Las claves de Katz
Katz Madrid empezó en 2020 con una oferta centrada en el delivery. Su rápido éxito ha llevado a la apertura de un restaurante, una panadería sin gluten y dos obradores, con y sin gluten. Gracias a sus carnes ahumadas, elaboradas de forma artesanal y con técnicas atávicas dominadas por David Katz, su restaurante está en boca de todo aquel que sueñe con el mejor pastrami. Aunque Katz es mucho más: todos los platos, de inspiración mediterránea y norteamericana están preparados con ingredientes ecológicos y todos sus panes se elaboran en los obradores propios.
Con Katz, David ha creado un concepto con el que transportar a los comensales a las principales cocinas de su vida. Mediterráneo y Estados Unidos se funden en platos con toques judíos y franceses, todos con la sazón de exóticas especias orientales.
