La receta del fundador y apasionado gastrónomo David Katz es fruto de la investigación sobre sus orígenes y está disponible en versión con y sin gluten. A la oferta se añaden dos nuevos dulces de Cuaresma de tradición conventual de Arcos de la Frontera.
No todo el mundo sabe que, tal y como demuestran diferentes estudios sobre este icónico dulce de Semana Santa, la torrija es un legado de la cocina sefardí a la culinaria española. Según los comentarios de un numero cada día más grande de torrijalovers, la de Katz (con varios ubicaciones en la zona norte de Madrid, en torno a la calle Gabriel Lobo) es posiblemente una de las mejores, celebrando la metamorfosis deliciosa obrada por el sefardí David Katz, propietario y artífice del concepto Katz. Su icónica torrija, ahora más suave y cremosa que nunca, ha sido perfeccionada mediante un minucioso proceso de investigación. Katz ha reemplazado la levadura, común en la cocina sefardí, con claras montadas a punto de nieve, otorgándole una textura excepcionalmente aterciopelada.
«Hemos decidido reinventar el pan, similar a la masa del roscón, incorporando claras montadas a punto de nieve, ingredientes ecológicos y canela de calidad superior de la variedad cassia», destaca David, quien añade que «la torrija se fríe con delicadeza, logrando un interior jugoso y una costra ligeramente crujiente».
Dulces conventuales de Arcos de la Frontera
La oferta de delicias de Katz para la Cuaresma se amplia con dos exquisitos dulces inspirados en la tradición conventual de Arcos de la Frontera, una región con rica herencia gastronómica. Tras recurrentes exploraciones de la zona, David ha seleccionado dos joyas culinarias de los conventos más antiguos de Arcos de la Frontera.
Las nuevas incorporaciones son el Bollo de Arco de la Frontera, con ingredientes como ajonjolí, AOVE y anís, decorado con almendras y azúcar; y la Torta de los Arcos, con una masa a base de AOVE y anís, disponible en dos versiones: rellena de cabello de ángel o chocolate.
Compromiso con ingredientes de calidad
El secreto del éxito en los dulces de Katz radica en la elección de materias primas de alta calidad y provenientes de la agricultura ecológica. Desde aceite de oliva hasta leche fresca, azúcar integral de caña y huevos de corral, cada ingrediente se selecciona cuidadosamente. Tras el éxito del año pasado, los obradores, tanto con opciones gluten-free como convencionales, se preparan para sorprender con las nuevas recetas.
Destacando en la oferta está la torrija con Baileys, donde Katz utiliza el licor original de whisky irlandés mezclado con leche, no solo para un sabor único, sino también para aportarle la característica textura aterciopelada del Baileys.
La torrija se ofrece a 3.40 euros por unidad y estará disponible en la tienda y el restaurante, donde se sirve como desayuno o postre. Además, en la tienda, se pueden adquirir en formato de 6 unidades por 17,90 €. La versión sin gluten de la torrija también se puede adquirir en el centro de Madrid, en la nueva tienda Katz Sin Gluten que acaba de abrir sus puertas en la calle Sagasta 4, al lado de la glorieta de Bilbao.