El cocido de caza de Treze (General Pardiñas, 34. Madrid) se nutre de la estación y del mercado, presentando cada año un plato que incluye la mejor selección de carne cinegética aprovechando el inicio de la temporada de caza. Este cocido se podrá disfrutar hasta el mes de marzo en su renovado espacio, en el que la zona de mesas altas ha adquirido mayor protagonismo, ampliando de ese modo la capacidad del restaurante.
Cada año, con la llegada del otoño, el cocido vuelve a ser el protagonista indiscutible. Esta receta, que admite múltiples versiones, tiene una cita ineludible en Treze cada último viernes del mes –de octubre a marzo– cuando se sirve su tradicional cocido de caza, un evento que los clientes habituales de Treze tienen marcado en el calendario como fecha oficial de inicio de la temporada, y que este año se celebrará el próximo viernes 25 de octubre.
La mejor selección de carne cinegética
El cocido de caza de Treze se nutre de la estación y del mercado, presentando cada año un plato que incluye la mejor selección de carne cinegética aprovechando el inicio de la temporada de caza. El jarrete de jabalí, el ciervo, la perdiz o el faisán son carnes ligeras, sin apenas grasa, que buscan innovación, aportando sustancia e intensificando un plato ya de por sí cargado de matices, donde la verdura, las carnes o los garbanzos —servidos en tres vuelcos— adquieren merecido protagonismo.
Para disfrutarlo de la mejor manera posible, es imprescindible acompañarlo con alguna de las más de 350 referencias de vinos en carta, conformando una bodega que poco a poco se ha ido convirtiendo en uno de los principales atractivos del restaurante y que este año ha vivido una profunda ampliación, aumentando su capacidad de guarda de algunas de las mejores etiquetas actuales. Referencias nacionales e internacionales conviven en armonía, permitiendo maridar sus premiados escabeches, por ejemplo, con alguno de los generosos de su amplia selección.
Renovado espacio
El cocido de caza se puede disfrutar en su renovado espacio, donde la zona de mesas altas ha adquirido mayor protagonismo, ampliando la capacidad del restaurante. Desde esta zona se permite una panorámica de la cocina y de los expositores donde se ofrecen las mejores selecciones de conservas y chacinas, o iconos del restaurante como la ensaladilla. El amplio reservado se convierte en el espacio perfecto cuando se requiere un plus de privacidad.