Con más de 45 años de historia, el restaurante familiar de la zona malagueña de Pedregalejo inicia una nueva temporada reafirmando su compromiso con la cocina marenga de alta calidad. Su propuesta gastronómica destaca por la selección diaria del mejor pescado y marisco de las lonjas andaluzas, por el dominio absoluto del espeto y por una de las bodegas más completas de la zona.
Según la RAE, “marengo” hace referencia al pescador u hombre de mar, pero en las costas de Málaga su significado va mucho más allá. Marengo es aquel que comprende las mareas y forma parte de una historia arraigada en la tradición. En este contexto, Las Palmeras mantiene viva la esencia del término. Con más de 45 años de historia, este restaurante familiar reabre sus puertas para la temporada 2025, ofreciendo una experiencia que rinde homenaje al mar y sus raíces.
Ubicado en el emblemático Paseo Marítimo de Pedregalejo, Las Palmeras (Paseo Marítimo El Pedregal, 97. Málaga) es, desde hace más de cuatro décadas, un punto de encuentro para quienes buscan una cocina con raíces, donde la calidad del producto y el trato cercano son la base de todo. Fundado por Bernardo y Mariqui, abuelos del actual propietario, Enrique, el restaurante ha sabido evolucionar sin perder su esencia, apostando por una materia prima excepcional y perfeccionando cada detalle con autenticidad y sin artificios.
Mar y tradición
Su alma se mantiene intacta: una cocina ligada al mar y a la tradición, con especialidades como el espeto, los guisos, las frituras y una carta de vinos muy cuidada. En los últimos años, el restaurante ha elevado aún más su propuesta, seleccionando cada día el mejor pescado del mercado, imprimiendo la carta según la oferta del día y mejorando tanto el servicio como el espacio.
El sello distintivo de Las Palmeras es su forma de entender la cocina, sin artificios, pero con una ejecución impecable. Su carta gira en torno al pescado más fresco del día, procedente de lonjas andaluzas y, cuando es necesario, complementado con referencias de Galicia o Murcia para garantizar la máxima calidad.
Las frituras son otro de sus puntos fuertes. Con un harinado preciso y un aceite renovado cada día, consiguen un rebozado ligero y crujiente que resalta el sabor del producto. Para quienes buscan recetas más tradicionales, los guisos recuperan platos heredados de generaciones pasadas, como la sopa de marisco.
Otro de los aspectos diferenciales de Las Palmeras es su carta de vinos, una de las más completas de la zona, con más de 250 referencias nacionales e internacionales. Enrique, ha creado una bodega donde conviven etiquetas de pequeños productores y grandes referencias, con especial atención a los vinos generosos, espumosos y blancos frescos, ideales para maridar con la propuesta gastronómica.
Espetos más allá de las sardinas
Los espetos son su gran especialidad y van mucho más allá de las tradicionales sardinas. Se espetan gambas, carabineros, pargo, urta, rodaballo, pez limón, gallopedro o incluso pulpo, siempre bajo la atenta mirada de su espetero Cristian, que lleva más de 20 años perfeccionando la técnica.
A diferencia de otros restaurantes a pie de playa, donde prima la rotación de mesas, en Las Palmeras se busca que el cliente disfrute sin prisas. Su espacio se divide entre un salón interior con terraza, perfecto para quienes prefieren un ambiente tranquilo, y una gran terraza exterior que permite disfrutar del mar a pocos metros.
Con una trayectoria impecable, Las Palmeras sigue siendo un referente tanto para quienes llevan más de 40 años visitándolo como para quienes lo descubren por primera vez. Un lugar donde la tradición y el producto siguen marcando el compás de la buena mesa en la Costa del Sol.