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Nace Martín Tostón, el colmado de siempre, reinventado

Los creadores del mítico restaurante madrileño Hevia amplían su legado con la apertura de Martín Tostón (Castelló, 112), un espacio que recupera la esencia de los colmados tradicionales a la vez que se adapta a las necesidades actuales con una propuesta gastronómica versátil que abarca todos los momentos del día. Este nuevo proyecto de los hermanos Ismael y Fernando Martín-Hevia representa una apuesta por la calidad, la cercanía y el saber hacer que ha definido a su familia a lo largo de tres generaciones; este rinde homenaje a su padre, Ismael Martín, figura clave en la hostelería madrileña y española, quien transformó el restaurante Hevia en un referente gastronómico desde los años setenta.

La hostelería madrileña escribe un nuevo capítulo con la llegada de Martín Tostón, un proyecto que refleja el carácter innovador y el profundo respeto por la tradición que siempre han definido a la familia Martín-Hevia. Situado en el corazón del barrio de Salamanca, este espacio busca recuperar la esencia de los colmados de antaño, reinventándolos para adaptarlos a los gustos y necesidades del cliente contemporáneo. Se trata de un concepto que fusiona la experiencia de bar y restaurante con la posibilidad de adquirir productos gourmet —desde chacinas y embutidos ibéricos hasta laterío y vinos seleccionados— en un local de aire clásico que promete convertirse en el lugar de encuentro de los vecinos del barrio de Salamanca.

En Martín Tostón, cada momento del día encuentra su lugar. Con una cocina continua que comienza a las 9.00 horas y se extiende hasta las 23.00 horas, su carta acompaña al cliente en todos los momentos del día. Desayunos, aperitivos, comidas y cenas conviven en una propuesta que recupera el estilo de ‘despacho tradicional’. Por la mañana alternan las tostadas con aceite de oliva y tomate, churros, porras y croissants recién hechos, con opciones como pan con tomate y jamón o sándwiches mixtos. Al mediodía, el reloj marca la hora del aperitivo y toman protagonismo las chacinas —embutidos ibéricos de Arturo Sánchez—, el laterío —una selección de las mejores latas nacionales, como mejillones, berberechos, navajas, zamburiñas, almejas o ventresca de bonito— y las elaboraciones tradicionales, como las gildas, los torreznos, el salpicón de gambas o la ensaladilla rusa.

En la carta también hay lugar para platillos más elaborados y contundentes, pensados para la comida o la cena, como los callos, el rabo de toro, las albóndigas, los chipirones en salsa o el tartar de atún rojo; elaboraciones con el sello inconfundible de Hevia. Siguiendo el estilo de compartir y picar, aunque menos contundentes, recetas como el hojaldre de sardina ahumada con ajo blanco, los puerros confitados con salsa de espárrago o el brioche de carrillera ibérica, entre otros. Para acompañar la experiencia gastronómica, una cuidada selección de vinos con referencias nacionales e internacionales.

Renovación del clásico estilo de los colmados

El diseño del local no solo enmarca la experiencia, sino que forma parte esencial de su propuesta gastronómica. Más que un decorado, el espacio está concebido para conectar con los visitantes de manera emocional y funcional; les ofrece una atmósfera que invita a descubrir, disfrutar y llevarse a casa un pedazo de la experiencia. El local recupera la esencia de los antiguos colmados, no solo en su concepto, sino también en su diseño. Materiales nobles como madera, mármol y ladrillo visto crean un entorno que transmite autenticidad y calidez. En el corazón del local, un expositor cuidadosamente presentado permite a los clientes adquirir, para llevar a sus casas, productos seleccionados como chacinas, quesos y embutidos. También cuenta con una estantería dedicada a productos gourmet como vinos, salsas, laterío y conservas que se pueden adquirir tanto para consumir en el local como para llevar.

El espacio está diseñado para ofrecer experiencias que se adapten a distintos momentos y necesidades del día. Dividido en dos plantas, cada nivel presenta una atmósfera propia que complementa la oferta gastronómica. La planta superior, con sus mesas altas y un ambiente distendido, es ideal para un consumo más espontáneo e informal. Perfecta para comenzar el día con un desayuno o disfrutar de un aperitivo animado, su diseño está pensado para quienes buscan un lugar dinámico y acogedor. Por otro lado, la planta inferior se distingue por su carácter más íntimo. En este espacio, las mesas bajas y el bar integrado crean un entorno que invita a disfrutar de su carta de platillos más elaborados en veladas más pausadas y formales.

El servicio, por su parte, es una extensión del cuidado y la atención que caracterizan cada rincón del local. El personal, ataviado con corbata y delantal, refleja la filosofía del local: combinar un trato cercano y profesional con un estilo que evoca los antiguos comercios.

Calidad y cercanía Hevia

Desde que asumieron la dirección de Hevia en 2014, Ismael y Fernando Martín-Hevia han demostrado su capacidad para mantener la esencia de su legado mientras evolucionan para responder a las nuevas exigencias del sector. Los hermanos Martín-Hevia, con el mismo espíritu emprendedor que caracterizó a sus abuelos, han creado un espacio que celebra la historia de su familia mientras miran hacia el futuro; ambos han sabido adaptar la excelencia de su propuesta a un público más amplio sin perder el carácter distintivo de su familia. Los dos se prepararon académicamente para recoger el testigo de sus antecesores: Ismael estudiando dirección de empresas y sumillería en la Cámara de Comercio de Madrid y Fernando, por su parte, formándose en cocina en Le Cordon Bleu.

Con este concepto, los hermanos rinden homenaje a su padre, Ismael Martín, una figura clave de la hostelería madrileña y española, cuya visión transformó el restaurante Hevia en un referente gastronómico desde los años sesenta. Tras asumir su gestión en 2014, y tras la apertura de otros dos establecimientos (Bar H Emblemático y ahora Martín Tostón), los hermanos han sabido consolidar el legado de la marca Hevia y la han elevado a la categoría de un clásico imprescindible de la escena gastronómica nacional. Como decía Rafael El Gallo, torero y figura histórica de nuestro país, «Clásico es lo que no se pué mejorá». Una filosofía que inspira a los hermanos Martín-Hevia y que en Martín Tostón se convierte en una realidad palpable: lo clásico perdura porque es, simplemente, insuperable (aunque siempre evolucionando).

 

Redacción

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