La Indicación Geográfica Pacharán Navarro, una de las marcas de calidad amparada bajo la enseña Reyno Gourmet, marca impulsada y gestionada desde la sociedad pública INTIA, ha celebrado la primera fiesta de ‘La Floración del Endrino’ en Sesma. En el evento ha participado la consejera de Desarrollo Rural y Medio Ambiente del Gobierno de Navarra, Itziar Gómez, junto con el presidente de la IG Pacharán Navarro, Adrián Subía, y la alcaldesa de Sesma, María Rosario Echávarri.
La entrega de galardones ha homenajeado a 6 agricultores y 2 técnicos que impulsaron la investigación para crear plantaciones a partir de endrinas silvestres. La floración del endrino es un viaje al corazón de Navarra que concluye en otoño cuando las endrinas alcanzan su madurez y desarrollan todo su aroma.
En el transcurso del acto, la consejera Gómez ha querido reconocer la labor de los primeros agricultores que cultivaron el endrino en Navarra “hoy se homenajea la importante labor de los agricultores que en los años 90 fueron valientes y apostaron por cultivar la endrina que hasta ese momento crecía salvaje. El Pacharán Navarro, producto con “Denominación Navarra de Calidad», es la primera bebida espirituosa del Estado con IGP y que ofrece todas las garantías, cumpliendo con los más altos estándares de calidad.”
El presidente de la IG Pacharán Navarro, Adrián Subía, por su parte, ha querido recordar los inicios del cultivo hace ya más de veinte años “¿Os acordáis cuando estas fincas no tenían ningún árbol? ¿Recordáis cuándo nos ofrecían un cultivo que nadie conocía y que ni siquiera tenía el seguro agrario? ¿De cuando empezamos a buscar en los campos de Navarra variedades de endrino para comprobar cuáles eran los mejores para elaborar pacharán?”, ha preguntado en una clara referencia al inicio de la domesticación del Prunus spinosa o endrino en la Comunidad Foral.
Emotivo homenaje a agricultores que apostaron por el cultivo del endrino
Así, el momento más emotivo de la fiesta de ‘La Floración del Endrino’ se ha producido cuando el Indicación Geográfica Pacharán Navarro ha rendido un caluroso reconocimiento a aquellos agricultores que, tras los años de investigación en la domesticación del endrino, apostaron en la década de los años 90 por su cultivo creando plantaciones de este fruto.
Los nueve agricultores homenajeados en el acto han sido Ángel Eraul y Julio Pérez, de Sesma; Juanan Orduño de Funes; Juan José Martínez, de Falces; Carlos Aramendía y Beatriz Sagredo, de Mendavia; y los técnicos de INTIA que iniciaron este proceso, Álvaro Benito y Silvia Villanueva.
Durante el homenaje, Adrián Subía ha recordado que fueron “muchos los hitos que tuvimos que alcanzar para ver ahora estas fincas. Y detrás de cada paso, había una persona haciendo lo necesario para que se diera en la dirección correcta”. Y también ha querido destacar la labor que realizaron “aquellas personas desde ITGA, INTIA, el Gobierno de Navarra o el Consejo Regulador que creyeron y apoyaron el proyecto y que fueron los artífices del éxito de la domesticación del endrino en Navarra”.
La domesticación del endrino
Hace 35 años, en 1987, el Consejo Regulador del Pacharán Navarro, las destilerías acogidas y el Instituto Técnico y de Gestión Agrícola (ITGA) iniciaron el proceso y se marcaron las pautas para lograr la domesticación del endrino y, así, poder crear plantaciones de este fruto. Hasta ese momento, las endrinas o arañones se obtenían directamente del arbusto silvestre Prunus spinosa, muy abundante en las zonas de montaña de Navarra.
El proceso de experimentación se basó en tres pasos. El primero, fue la selección de variedades, escogiendo los mejores endrinos silvestres que crecían por toda la geografía navarra: Irati, Urbasa, Salazar, Roncal, cuenca de Pamplona, Tierra Estella… Para, posteriormente, hacer ensayos en la Finca Experimental de Sartaguda. En un segundo paso, y tras ensayar con diversos métodos y patrones de multiplicación de especies frutales, se concluyó que el Ciruelo Mirabolano era el más adecuado, puesto que, al injertar las mejores variedades obtenidas sobre ese patrón, se lograban árboles productivos y con buen vigor. El último paso consistía en dar con un sistema que hiciera viable y rentable la cosecha. Tras probar distintas técnicas de recolección, al final se optó por un sistema vibrador con paraguas invertido para la recogida del endrino.
Diez años después, en 1997, tras haber conseguido el objetivo de la domesticación, se inició la segunda parte del proyecto diseñado por el Consejo Regulador del Pacharán Navarro, que consistía en la implantación del cultivo en los campos de Navarra. Las primeras parcelas de agricultores que cosecharon endrinos fueron en 2000, obteniendo 40.000 kg pese a las heladas de aquel año.
Más de 20 años después, la Comunidad Foral cuenta con 115 hectáreas dedicadas en exclusiva a los endrinos para obtener los mejores frutos.
Navarra, única zona de Europa donde se cultivan endrinos
Por todo ello, Navarra se ha convertido en la única zona de Europa donde, además de encontrar endrinas silvestres, también se cultivan, lo que la convierte en la mayor productora de pacharán a nivel nacional. Actualmente se recogen unos 800.00 kilos de endrinas y la producción supera los 3,3 millones de litros al año de esta bebida espirituosa.
El Pacharán Navarro se elabora con endrinas navarras sin emplear ningún aditivo, aromatizante ni colorante. Son siete las empresas inscritas en el registro de la Indicación Geográfica Pacharán Navarro y casi el 100% de los litros elaborados de pacharán navarro son producidos con endrinas autóctonas. Las empresas navarras son DZ Licores (Destilerías Zoco), Destilerías La Navarra, Licores Baines, Hijos de Pablo Esparza Bodegas Navarras (Grupo Basarana Las Cadenas), Licores Azanza, J. Etxabarri Licores Usua y Vinos y Licores Ordoki.