La cocina de tradición y vanguardia confluyen en la propuesta gastronómica de Mallorca, con una oferta de restauración que gana enteros cada día. En este escenario, emerge el restaurante L’Àtic, dirigido por el joven chef Juan Pinel. Ubicado en la séptima planta del Hotel Saratoga, en apenas seis meses (abrió sus puertas el pasado mes de enero) se ha convertido en un restaurante muy visitado en Palma. En la imagen, su raya con escabeche y ajo.
Su propuesta culinaria se mueve según las reglas que marca el mercado. Así, en estos días, Pinel presenta tres nuevos platos de temporada, con sabor a mar, a verano, a vacaciones y, por supuesto, a Mallorca. Para empezar, Raya, escabeche y ajo, un refrescante escabeche de naranja con raya a baja temperatura, safarnaria y ajo. A continuación, una Flor de calabacín en tempura, rellena de porc negre con piñones y cebolleta y con tap de cortí, un pimentón no ahumado típico de la isla. Por último, el plato que puede que ya sea la estrella de la temporada: Salmonete, patata, interiores, un suculento guisito de salmonete a baja temperatura, con su escama crujiente, servido sobre una cama de patata estilo importancia con su suquet e interiores.
Tras un completo lavado de cara, L’Átic se encuentra en el mismo espacio que antaño ocupara el mítico club de jazz del Hotel Saratoga. Además del comedor formal, amplio y luminoso y con impresionantes vistas al puerto de Palma, destaca la barra de la cocina, con capacidad para seis comensales, desde la que se disfruta del espectáculo en directo de los fogones y de una increíble panorámica de la Catedral de Palma.
El chef Juan Pinel (natural de Calvià y curtido en los fogones de Viavelez, con Paco Ron, Kena, con Luis Arévalo, o Zaranda, con Fernando López Arellano) apuesta por una cocina asentada en la tradición, en la que se trabajan los fondos, los caldos, los escabeches…, pero con la vista puesta en un horizonte de vanguardia. El producto desnudo es el protagonista de cada bocado y en su propuesta no fallan plantos como el Bocata de presa de bellota a la brasa, la Ostra con escabeche de rosa o la Hoja de shisho en tempura con maíz y anguila.
Además, durante los meses de verano no hay que dejar de visitar el Sky Bar, un rooftop que fue inaugurado en el año 1965 (el primero de la ciudad) y que ya se ha convertido en historia viva de Mallorca. Junto a la pequeña piscina, en este rincón secreto de las alturas es posible disfrutar de una carta ad hoc firmada también por Juan Pinel. Una propuesta más informal, con platos como el Aguacate braseado con pico de gallo, requesón y pesto de jalapeños; el Steak tartare de vaca aliñado con ají amarillo y mostaza o el Pulpo asado con cremoso de apio, salsa brava de chipotle y yuca.
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