La larga tradición vitivinícola de la familia Mestres se remonta al año 1312, aunque no fue hasta 1925 que Josep Mestres Manobens realizó la primera vendimia para vino espumoso. El objetivo de Mestres es seguir potenciando el espíritu gastronómico que defiende desde la creación del Brut Nature en 1945.
La histórica bodega celebra a lo largo de este año su centenario reafirmando su legado de excelencia en la elaboración de sus emblemáticos vinos espumosos gastronómicos. Lo hace bajo el lema ‘Mestres, Homenaje al Tiempo’. La conmemoración quiere rendir tributo al tiempo. No sólo se quieren rememorar los 100 años de historia desde la primera vendimia dedicada a los espumosos, sino también sus larguísimas crianzas en la penumbra y quietud de sus cavas del corazón urbano de Sant Sadurní d’Anoia. El director comercial de Mestres, Jaume Vial, pone en valor que “nuestro catálogo actual contempla desde un mínimo de cuatro años de crianza y hasta los 19 años, además de nuestra exclusiva Cavateca que parte de un mínimo de 20 años de crianza en botella”.
Orígenes en 1312
La tradición vitivinícola de la familia Mestres se remonta a 1312, cuando se establecieron en lo que hoy es la plaza del Ajuntament de Sant Sadurní d’Anoia, marcando el inicio de una saga de 30 generaciones dedicadas en cuerpo y alma al vino. Aunque la familia ya era propietaria de viñedos y comerciaba con cereales y vinos, no fue hasta 1861 que Rosa Mas i Rovira, viuda de Antoni Mestres Mir, inauguró la bodega y empezó a embotellar vino bajo el apellido de la familia.
Sea como fuere, el verdadero punto de partida de la Bodega Mestres se sitúa en 1925, cuando Josep Mestres Manobens realizó la primera vendimia destinada a la elaboración de vinos espumosos, sentando las bases de lo que con el tiempo se convertiría en una de las bodegas más prestigiosas en la creación de estos vinos efervescentes elaborados siguiendo el método tradicional. Desde entonces, la familia Mestres se ha especializado en la creación de espumosos de larga y muy larga crianza, desafiando el paso del tiempo.
La evolución de la bodega ha venido marcada, asimismo, por la irrupción en el mercado del Brut Nature Visol en 1945, un vino que rompió las convenciones de la época, pues hasta ese momento solo existían espumosos semisecos que se consumían en los postres. Con el lanzamiento del Visol y su registro como Brut Nature en 1948, Mestres revolucionó el momento de consumo de los espumosos, abriendo la puerta a su disfrute durante las comidas y como aperitivo.
En 1960 obtuvieron el sello “elaborado en cava” del Ministerio de Agricultura. Este reconocimiento oficial certifica la elaboración de vinos espumosos mediante el método tradicional, y también valida la autenticidad de los vinos espumosos de la familia Mestres.
La Cavateca
En 2022, la bodega lanzó el proyecto La Cavateca, un concepto innovador centrado en la tercera crianza de sus espumosos, con más de 20 años. Este enfoque distintivo en el tiempo de crianza después del degüelle da lugar a vinos aún más complejos y refinados y se suma a su gama de productos actuales, que incluyen las líneas Premium y Vintage.
Además, a lo largo de los años Mestres ha mantenido su compromiso con la autenticidad y la excelencia, utilizando castas de uvas autóctonas de la región como el Macabeo, el Xarel·lo, la Parellada, el Monastrell, la Garnatxa y el Trepat para crear cavas únicos que reflejan la esencia del tiempo y la paciencia.
Espumosos gastronómicos
De cara al futuro, Mestres ha orientado su estrategia hacia la alta gastronomía. “Mestres siempre ha estado estrechamente ligado a la gastronomía, y en el futuro queremos seguir potenciando este espíritu”, manifiesta Vial. Con una historia centenaria y una filosofía que se basa en la paciencia y la excelencia, Mestres no solo celebra sus 100 años, sino que sigue liderando el camino de los espumosos más gastronómicos.