Los pimientos de Herbón dan valor a una comarca que desde hace varias generaciones cultiva esta variedad de pimiento. Pimientos de una piel fina y un sabor elegante que son ideales para consumir fritos o acompañar carnes, pescados, parrillas, empanadas o tempuras. De las costas de Guetaria, Petramora trae las piparras o guindillas frescas, también conocidas como langostinos de la huerta. Una variedad autóctona denominada “Berezi” que Kosta Aroa recolecta a mano en su pequeña producción cultivada entre los meses de abril y mayo y salpicada por las olas del mar Cantábrico.
Con la llegada del verano, la naturaleza nos regala algunos de sus productos más deseados, como los pimientos de Herbón D.O.P y las piparras frescas. Este año, Petramora vuelve a ofrecer estos productos tanto en su mercado digital como en su tienda de la calle Barquillo en Madrid.
El productor José Manuel Ferro cultiva los auténticos y genuinos pimientos de Herbón en sus huertas familiares, uno de los productos de origen gallego más valorados de nuestra gastronomía del que se dice que “uns pican e outros non”. Este producto da valor a una comarca que desde hace varias generaciones cultiva esta variedad de pimiento. Las condiciones climáticas únicas de la zona han creado un microclima que proporciona las condiciones perfectas -abundantes lluvias y temperaturas suaves y estables- para que los pimientos alcancen los parámetros de máxima calidad. Pimientos de una piel fina y un sabor elegante que son ideales para consumir fritos o acompañar carnes, pescados, parrillas, empanadas o tempuras.
Desde las costas de Guetaria, Petramora trae las piparras o guindillas frescas, también conocidas como los langostinos de la huerta. Se trata de una variedad autóctona denominada “Berezi”, recolectada a mano por Kosta Aroa, procedente de una pequeña producción cultivada entre abril y mayo y salpicada por las olas del mar Cantábrico. Las condiciones climáticas óptimas de la zona resultan en un producto de calidad extraordinaria, con una piel extremadamente fina, carne tierna, color amarillo verdoso y un sabor picante muy vegetal. Las piparras frescas son ideales para freír en aceite de oliva virgen y acompañar con unos granos de sal. Con estas piparras se elaboran, por ejemplo, las guindillas en vinagre, imprescindibles para preparar gildas, banderillas y pinchos. También son perfectas para acompañar carnes o pescados y son indispensables para maridar con una copa de sidra o un vino blanco bien frío.
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