El pasado 29 de junio se constituyó el Consejo Regulador de la Indicación Geográfica Protegida Ratafia Catalana, de acuerdo con lo establecido en la Orden ARP/243/2017, de 25 de octubre, por la que se aprueba el reconocimiento y el Reglamento de la IGP Ratafia Catalana, y se reconoce a su Consejo Regulador. En la imagen, el presidente del Consejo, Faustí Bosch.
En dicha reunión se eligió como presidente del Consejo a Faustí Bosch (Ratafia Bosch), como vicepresidenta a Pilar Ferrès (Ratafia Russet), y, como vocales, Josep Martí (Ratafia Pujol) y Antonio Guillén (Ratafia Montserrat).
El reconocimiento de esta IGP por la Unión Europea data de 2016 por la Unión Europea, tras un largo recorrido como respuesta a la iniciativa de los elaboradores de Ratafia agrupados en la Unió de Licoristes de Catalunya, patronal que recogió, a partir del año 2008, el interés por proteger, a través de la vía legislativa, a la bebida espirituosa más antigua y con más tradición de Cataluña, previendo que su expansión aconsejaba proteger la receta y el saber hacer de los maestros «ratafiaires» para generaciones futuras y teniendo en cuenta que es la IGP de bebidas espirituosos con más territorio de todo el Estado.
De esta forma, los productos amparados bajo la IGP Ratafia Catalana están sometidos a un doble control por el propio Consejo Regulador y la Administración catalana, que garantizan al consumidor que esta Ratafia sigue el proceso de elaboración y cuenta con los ingredientes mínimos que han utilizado los maestros «ratafiaires» desde hace cuatro siglos, y que ha sido reconocido como un proceso único de elaboración en el expediente que se presentó a la Unión Europea para obtener la IGP.
Para la próxima campaña de Ratafia Catalana se espera una producción bajo el paraguas de la IGP de unas 500.000 botellas, cantidad que puede llegar fácilmente a doblarse según se vayan inscribiendo nuevas empresas.
