Ocho establecimientos presentaron sus creaciones en Pintxos con el doble objetivo de promover la renovación anual de la oferta gastronómica de sus barras de pintxos y consolidar Guipúzcoa como cuna de la cocina en miniatura y del Street Food nacional. El evento, organizado por Gastronomicom News, recibió el apoyo del Departamento de Turismo, Comercio y Consumo del Gobierno Vasco, el Departamento de Movilidad, Turismo y Ordenación del Territorio de la Diputación Foral de Guipúzcoa y la Sociedad Fomento San Sebastián, cuyas autoridades activaron el evento estimulando a los cocineros y acompañando a la concurrencia.
La más universal y jovial de las guías turísticas, Lonely Planet, ha destacado de manera expresa y bien argumentada que «ir de pintxos» por San Sebastián es la mejor experiencia turístico-gastronómica del mundo y el diario «The Times» ha clasificado a Donostia como el “principal destino gastronómico mundial”, superando en su clasificación a ciudades como Chicago, Marrakech, Bangkok o Berlín.
En un esfuerzo por demostrar que este reconocimiento es bien merecido y para avivar el hábito turístico-gastronómico del callejear saboreando pintxos en los numerosos y competentes bares de Guipúzcoa, prestigiosos establecimientos de San Sebastián presentaron en Madrid su nuevo pintxo del año. Bar Martínez, Bodega Donostiarra, La Cervecería del Antiguo, Muxumartin, Taupada y Txepetxa, además del Baratze Gourmet de Eibar y El Frontón de Tolosa son los establecimientos que participaron con pintxos nunca antes ofrecidos en sus locales, proponiendo la degustación, asimismo, de los pintxos más tradicionales de cada lugar. Cada uno de los ocho establecimientos preparó un centenar de pintxos de cada una de sus tres propuestas.
La ocasión dio, asimismo, la oportunidad de acceder a la nueva Guía 2024 de Pintxos, que reúne los 52 bares seleccionados por el Instituto del Pintxo de Donostia como excelencias del formato gastronómico de los barrios de Amara, Riberas de Loyola, Antiguo, Centro, Egia, Gros y Parte Vieja.
Guipúzcoa, y su capital Donostia, se consolida como un destino privilegiado del turismo gastronómico a escala mundial, un estatus indiscutible, reconocido tanto por aficionados gourmet como por las publicaciones más influyentes del ámbito culinario. Este liderazgo se sustenta en la excelencia de sus tres pilares fundamentales: la cocina tradicional, la cocina de autor, y la cocina callejera. La tradición culinaria de Guipúzcoa se vive en sus asadores, parrillas y sidrerías, lugares que son el reflejo de la riqueza culinaria de la Guipúzcoa familiar, mientras la cocina de autor mantiene un lugar destacado, evidenciado por la presencia de tres restaurantes con 3 estrellas Michelin y un total de 16 estrellas Michelin en la provincia más pequeña del país.
Pero, además, la cocina callejera o Street food de Guipúzcoa, particularmente instalada en los bares de pintxos donostiarras de todos lo barrios de San Sebastián y su provincia, ha alcanzado un rango de excelencia que la coloca en un lugar preeminente del panorama gastronómico global. Este enfoque de servir suculencias en miniatura permite a los turistas y a las cuadrillas locales de disfrutar de bocados ricos y creativos mientras callejean por la ciudad, lo que garantiza la degustación de lo más variado, inmediato y optimista de la gastronomía local en cada mordisco.
El Pintxo donostiarra es uno de los tesoros culinarios más seductores de la cocina guipuzcoana. Se trata de miniaturas gastronómicas, que inicialmente consistían en una simple rebanada de pan con un pequeño bocado encima y se han transformado en sofisticadas obras de la alta cocina, en dosis de degustación, que en la actualidad acompañan al renombre –constantemente renovado– de la Nueva Cocina Vasca.
Ir de pintxos por Donostia es mucho más que comer mientras se toma una copa. Es una experiencia cultural vibrante que fusiona risas y conversaciones en una atmósfera de diversión constante. Su nombre, «pintxo», lo origina el palillo que tradicionalmente se utilizaba para asegurar un manjar sobre el pan y aunque este concepto ha evolucionado significativamente, la esencia sigue intacta.
La transformación de los pintxos puede apreciarse en su diversidad culinaria, desde la tradicional «Gilda», creada y nombrada así en Donostia desde 1946, que combina la aceituna, la guindilla y la anchoa, hasta innovaciones culinarias como las anchoas marinadas con crema de centollo, la carbonara de anguila, la navaja alegre con chacolí o el carpaccio de xixas. Todas ellas, se sirvieron durante el evento manifestando la evolución culinaria de cada temporada y determinando que “ir de pintxos” sea una exploración de sabores intensos y concentrados que sugieren un abanico de experiencias que paladear y en cuadrillas tanto ciudadanos locales como visitantes.
Los pintxos no solo son un reflejo de la rica historia culinaria de Guipúzcoa y una contribución cotidiana al turismo gastronómico que Guipúzcoa convoca desde diversos ángulos, sino también un pilar indispensable de su identidad cultural y social.
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