The Omar, el nuevo bistró de la Familia La Ancha

The Omar (Plaza del Carmen s/n. Madrid) es el primero de los tres conceptos gastronómicos que la Familia La Ancha ha diseñado en exclusiva para el nuevo Hotel Thompson Madrid. Cocina y panadería comparten este espacio contemporáneo para ofrecer desayunos, comidas, meriendas y cenas.

El olor a pan recién hecho y a mantequilla impregna The Omar, el nuevo bistró creado por Nino Redruello y Patxi Zumarraga, socios y cocineros de la Familia La
Ancha. En este bistró actual y desenfadado pretenden plasmar la esencia de dos oficios artesanos, cocinero y panadero, con una parrilla y un horno de pan encendidos a todas horas. En The Omar se podrá comer a cualquier hora del día y comprar pan y bollería casera recién horneada.

El primero de tres nuevos conceptos gastronómicos
Inspirado en los neobistrós parisinos y londinenses y con alguna influencia traída de Zak The Baker en Miami y otras panaderías que despuntan en EEUU, The Omar une ambos conceptos, dejando que las masas tengan cierto protagonismo en todas las cartas del día, del desayuno a la cena, compartido con el producto de temporada, que marcará el ritmo. Así se presenta el primero de los tres conceptos gastronómicos que la Familia La Ancha estrenará en el primer hotel Thompson de Europa. Le seguirá muy de cerca la apertura de Hijos de Tomás, una coctelería de tragos clásicos que animará la noche madrileña y por último, el gastronómico Tama que verá la luz dentro de unos meses.
La carta de The Omar es sencilla, algunas propuestas recuerdan a Fismuler aunque en formatos más pequeños e individuales. Para empezar, una divertida selección de snacks compuesta por pequeños bocados como el bonito de Ondarroa y ponzu de choricero o un bocata de oreja brava; siguen los entrantes como la sopa ácida, king krab a la brasa y calabacín; tarta tatin de puerro joven con trufa, una terrina hojaldrada de lengua y foie o un arroz ahumado de pollo Lumagorri. Pescados como el lenguado menier de ajo negro y setas o el calamar de anzuelo parrilla con endivias y carnes como la codorniz horneada en costra de pan ácimo o la chuleta de cerdo ibérico y mantequilla de Espelette. Entre los postres destacan la paulova de ruibarbo con crema inglesa, los borrachitos de calvados con helado de manzana o las tartas del día.
La carta de vinos de The Omar sigue una filosofía muy similar a la cocina, desprende energía positiva y es sensible a los movimientos de sostenibilidad, a lo artesanal y al respeto por el producto. Se han buscado elaboradores inquietos, incombustibles, creativos y minuciosos, haciendo también hincapié en mujeres elaboradoras, que cada día son más y que juegan también un papel clave en el sector. Todas las botellas de la carta albergan una historia que contar, emociones, perspectivas y momentos únicos tanto del panorama nacional como una selección muy representativa de vinos internacionales.

Opciones para el desayuno
Para desayunar hay desde opciones más clásicas como la tostada de mermelada casera y mantequilla ahumada o los huevos ya sean en tortilla, fritos, revueltos, poché o benedictinos, hasta opciones más atrevidas como la tostada de callos. Y para merendar, una amplia selección de piezas de bollería casera como el cruffin relleno de limón o el cinnamon roll; panes rellenos como la crostatta de salmón y espinaca o el bretzell de carrillera y queso Tetilla; y los smorrebrod daneses, compuestos por una rebanada de pan de centeno con mantequilla y toppings como aguacate, huevo poché y frutos secos o katsu sando de costilla de cerdo con kempie.
Detrás del obrador están Alberto Checa y Laura Belza, dos jóvenes apasionados de la panadería y la bollería artesanas, que cada día amasan con sus manos los panes y los bollos de The Omar. Alberto, cocinero reconvertido en panadero, se considera autodidacta aunque se formó en la prestigiosa escuela Baking School Barcelona Sabadell y Laura es la primera mujer en Madrid que ha obtenido el Máster en Panadería Artesana de Excelencia. Juntos preparan a diario cinco variedades de pan (baguette, chapata, hogaza, rugbrød y pasas y nueces) y diez variedades de bollería, siempre bajo la misma premisa: sencillo y rico.
El interiorismo de The Omar está firmado por Arquitectura Invisible y para su diseño han buscado elementos que transmitan artesanía, austeridad y pulcritud. Maderas nobles, superficies de mármol y azulejos blancos recrean esos espacios de trabajo de la cocina y el obrador y se mimetizan con el comedor para crear un ambiente cálido y agradable.