La croqueta japonesa de Kabuki Madrid es uno de los bocados que ha causado más furor desde que el restaurante abrió hace poco en el corazón del barrio de Salamanca de Madrid Maguro Koroke, como se denomina, es una croqueta de atún rojo cocinada en salsa Sukiyaki (dashi, soja, mirin y azúcar) y empanada en panko. Se emplata con mayonesa japonesa, salsa tare (soja, sake, mirin, miel y jengibre) y se termina con katsuobushi, unos copos de bonito seco que realzan el sabor.
Localizado en un espectacular espacio minimalista de más de 500 m2 en el 38 de la calle Lagasca, en pleno corazón del barrio de Salamanca de Madrid, Kabuki cuenta con el reputado chef mexicano Alejandro Durán al frente de la dirección gastronómica. Hay platos tradicionales y minimalistas japoneses. Desde el Daikon Nishine, rábano cocido sin agua, o Age dashi tofu, hasta otros más elaborados como la castañeta de wagyu cocida a baja temperatura durante 72 horas con parmentier, miso y teriyaki. La influencia mexicana del chef se nota en platos como el futomaki de cochinita pibil, senbei de tartar de toro con salsa pastor, nigiri de calamar con salsa chipotle, roll de papada de cerdo con salsa de chiles Tatemados o un aguachile de cenizas y pulpo con aguacate sunomono.
Kikubari, la coctelería de Kabuki Madrid
Liderado por el bartender Julián Goméz, Kikubari es un exquisito templo de coctelería y carta corta para disfrutar de los mejores nigiris y makis clásicos así como de una selección de tapas japonesas de estilo Kabuki. A su oferta de coctelería clásica se unen el sake, el umeshu, los whisky japoneses, el té matcha, el jengibre, el yuzu y otros ingredientes. Los productos nipones protagonizan las creaciones más novedosas. Kikubari es un emplazamiento desenfadado, glamouroso y con mucha vida para los que sólo quieren picotear, tomar una copa durante su shopping por la zona o un afterwork con alma Kabuki.