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Victoria Ordóñez recupera los históricos blancos secos de Pero Ximén

Victoria Ordóñez continúa con su labor de preservación y posicionamiento de la variedad autóctona malagueña Pero Ximén, y lo hace recuperando los históricos blancos secos que se elaboraban en Málaga hace un siglo. La bodega tiene entre sus objetivos impulsar en Andalucía el consumo de vinos andaluces. “En nuestra tierra tenemos variedades únicas con las que se elaboran vinos de una excelente calidad y debemos apostar por potenciar su consumo en los mejores restaurantes de Andalucía y del resto del mundo. Nosotros hemos apostado por vinificar, principalmente, con la Pero Ximén por su valor histórico”, explica Victoria Ordóñez, propietaria de la bodega. En la imagen, Voladeros, uno de sus acreditados vinos.

El cultivo de la Pero Ximén se concentra, prácticamente, en la zona Montes de Málaga, donde existen viñedos prefiloxéricos de esta variedad. Así, el trabajo de la bodega se ha centrado, desde sus inicios, en hacer vinificación con esta uva, recuperando un vino tranquilo que prácticamente había desaparecido desde hacía un siglo.

La variedad Pero Ximén es la base del proyecto de Victoria Ordóñez, quien pretende acercar al gran público una parte de la historia vinícola de Málaga. “Con esta variedad hemos conseguido elaborar unos vinos muy gastronómicos, a la vez que estamos preservando la cultura e historia de una de las zonas de producción más emblemáticas de Europa”, afirma.

Dentro de su trabajo por fomentar el consumo de vinos andaluces en la hostelería media y alta con vinos como La Ola del Melillero, Voladeros, Monticara o Camarolos, Victoria Ordóñez ha puesto también el foco en los vinos de copeo de calidad con la elaboración de Jábega, un vino que salió al mercado a finales de 2021 y que está elaborado con Pero Ximén y Moscatel de Alejandría. Con este vino la bodega quiere llegar a un público más amplio, abriendo la horquilla de edad, y con la misma filosofía que sustenta el proyecto: elaborar vinos malagueños singulares, artesanos, con historia y con técnicas de viticultura heroica.

Una apuesta por la variedad Pero Ximén

Victoria Ordóñez se encuentra en la zona de producción Montes de Málaga. En este entorno es donde comenzó en 2015 este proyecto enológico que apuesta por la variedad Pero Ximén (Pedro Ximénez) para preservar su cultivo e historia. El trabajo de la bodega se ha centrado en estos años en hacer vinificación con esta variedad para recuperar este vino tranquilo prácticamente desaparecido hace más de un siglo.

La Pero Ximén es autóctona de la provincia de Málaga y, en la actualidad, su cultivo, prácticamente, se concentra en los Montes de Málaga, donde existen viñedos prefiloxéricos de esta variedad. El llamado Vino Malagueño o Pero Ximén, también conocido como Mountain Wine o Vin de Málaga, se elaboraba, fundamentalmente, como vino blanco seco.

Victoria Ordóñez elabora, además de Jábega, La Ola del Melillero, Voladeros, Monticara y PX Orange; dos tintos: Camarolos y Martí-Aguilar; y un espumoso: Las Olas Sparkling Rosé. Fuera de Málaga, Victoria Ordóñez mantiene un proyecto en la DO Rueda de elaboración de Verdejo sobre lías, La Pasajera, y otro amparado por la IGP Tierra de Castilla elaborado 100% con variedad Tempranillo que recibe el nombre de Zetián.
Certificada como producción ecológica
La bodega cuenta con certificación del viñedo como producción ecológica y es la única que vendimia en la zona de producción Montes de Málaga, que cuenta con un terruño de alta densidad mineral con componentes fósiles marinos que datan de hace 600 millones de años. Se trata de una profunda sima marina que se elevó 1.000 metros por encima del nivel del mar, con presencia de magma volcánico, donde predominan las filitas, los esquistos, las grawacas y abundan la caliza alabeada, el sílice, el cuarzo y el granito.

Los Montes de Málaga son una zona de producción única, no solo por su suelo, que es único en el mundo, sino también por la forma en la que se cultiva y vendimia la uva. Se hace con técnicas de viticultura heroica, ya que no existen las terrazas, y las pendientes escarpadas dificultan las labores del agricultor. Se trata de un viñedo en el que no entra el arado, sino que todo está cavado por la mano del hombre. Solo las mulas ayudan a cargar las cajas durante la vendimia.

Los vinos de Victoria Ordóñez han sido muy bien acogidos por la alta restauración, no solo en España, sino también en Europa y EEUU. Desde La Ola del Melillero a Martí-Aguilar, todos sus vinos están en las cartas de restaurantes con estrella Michelin, un hecho que contribuye a posicionar los vinos andaluces de calidad en la alta restauración.

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