Vivanco Brunes se elabora a partir de una selección de dos parcelas de viñedo propio y cultivo ecológico, Orizabal (variedad Tempranillo) y La Isla (variedad Maturana Tinta), caracterizadas por una personalidad única gracias a la diversidad de suelos y la influencia del clima atlántico. Además, en el proceso de elaboración no hay traza alguna de origen animal (por el proceso de clarificado), lo que convierte a Vivanco Brunes en un vino vegano.
El nombre de Brunes alude a la antigua denominación de Briones durante el medievo, término que consta en documentos del siglo VIII y que testimonia cómo las gentes del pueblo llano denominaban a la localidad. Las leyendas sobre brujas y demonios se recuerdan en la etiqueta gracias a un llamativo sacacorchos (y pisapapeles) en forma de diablo rojo, diseñado por el americano Gerald Youhanaie. Una pieza que se expone en la Sala 5 del Museo Vivanco de la Cultura del Vino, dentro de las 3.500 piezas que conforman una de las mayores colecciones de sacacorchos del mundo expuestas al público.
Rhudo (Velázquez 64. Madrid) es un espacio en el que la gastronomía se convierte en…
Casi 6.500 universitarios se congregaron en Zaragoza para disfrutar de música y pepitos de ternera. El…
El acontecimiento estrella de difusión de la cultura del vermut vuelve al Port Vell del…
El certamen, que celebrará su 10º aniversario del 26 al 28 de octubre en Feria…
Seis años y medio después de su fundación, esta asociación sin ánimo de lucro que…
Los chefs Pablo Sánchez y Lalo Zarcero rinden homenaje en Marmitón (calle de las Aguas,…