El chef Álvaro Garrido (Mina, 1*Michelin. Bilbao) traerá por un día su cocina glocal a Madrid, donde compartirá fogones con el chef Luis Ángel Pérez (Medea). El menú estará disponible exclusivamente en el restaurante Medea (C/ Nicasio Gallego, 14) durante el próximo 10 de julio, tanto en horario de comida como de cena, a un precio de 90€. Las reservas se pueden realizar a través del número de teléfono: 91 081 97 71.
Era cuestión de tiempo que dos propuestas tan viajeras y atípicas como las de los restaurantes Medea y Mina se dieran cita en una fecha única. Será el próximo 10 de julio cuando los chefs Luis Ángel Pérez y Álvaro Garrido compartan los fogones del restaurante madrileño Medea (C/ Nicasio Gallego, 14) para ofrecer un Menú A 4 Manos en el que las recetas más atrevidas serán las protagonistas.
Para Luis Ángel Pérez, la única regla en la cocina es que no hay reglas. De ahí que en su primer año de vida Medea se convirtiera en una de las grandes sorpresas gastronómicas de la capital, lo que le llevó a ser reconocido como “Restaurante Revelación” por la Guía Metrópoli en 2018.
Este joven chef vallisoletano, formado en restaurantes como Aponiente, Zalacaín y DiverXO, entre otros, se ha convertido en una de las figuras destacadas de la nueva hornada de chefs españoles gracias a una cocina creativa e ingeniosa. A través de sus platos, en los cuales siempre queda plasmada una depurada técnica, Luis Ángel Pérez busca emocionar al comensal a través de un viaje por Asia, Latinoamérica y el Mediterráneo.
Haciendo gala de su espíritu rebelde e inconformista, la propuesta gastronómica que ha diseñado para su proyecto personal, Medea, solo podía ser atrevida.
Por su parte, el chef Álvaro Garrido, de formación clásica pero alejado de la ortodoxia, se define por una cocina de contrastes y sin barreras. El bilbaíno cocina mirando hacia fuera y adaptando técnicas y procesos de otras culturas culinarias, trabajando a su vez con productos de proximidad. En resumen, se podría decir que Mina es la combinación de sabores próximos y lejanos en un espacio de apenas seis mesas.
El lenguaje único del chef tiene como resultado una cocina improvisada e intuitiva donde los sabores intensos y equilibrados son el eje. El producto de cercanía se dota de personalidad con elaboraciones sorprendentes a la par que armónicas.
El menú, que solo estará disponible por un día, se podrá maridar con vinos de Península Vinicultores. Esta compañía gestiona viñedos y bodegas y elabora vinos basados en valores de autenticidad y sostenibilidad. Gestiona, entre otras, las fincas de Quinta de Quercus y Fontana Bodegas & Viñedos, que elabora vinos a partir de 1.000 hectáreas de viñedo sostenible.
El productor de vino y empresario hispano-alemán Andreas Kubach MW, uno de los 4 Master of Wine afincados en España, es el Co-fundador y director general de Península Vinicultores. Andreas lleva más de 20 años dirigiendo bodegas, elaborando vinos en toda España y defendiéndolos alrededor del mundo. Aparte de la dirección general de varias bodegas, ha sido responsable de producción, calidad y marketing en el sector del vino, lo que le ha dado una profunda comprensión del negocio internacional del vino.
Medea: Un estilo único
Su apuesta por la alta cocina de vanguardia y un estilo único a la par que rebelde lo convierten en un lugar irrepetible en el que se fusiona la cocina de autor con una decoración minimalista y una banda sonora a medio camino entre el indie y el post-punk.
Al frente de Medea se encuentran el chef Luis Ángel Pérez, curtido en los fogones de Aponiente, Zalacaín y DiverXO, y el jefe de sala Borja Rivero, ambos artífices de un proyecto ya consolidado en el que la única regla es que no hay reglas.
En solo dos años de trayectoria, este restaurante ha conseguido hacerse un hueco entre las más aclamadas guías especializadas. Muestra de ello son las menciones en guías tan relevantes como la Guía Michelin o la Guía Repsol.
Mina y sus contrastes
La cocina del bilbaíno Álvaro Garrido en la propia capital vizcaína se define por ser una cocina de contrastes basada en la improvisación y la intuición, todo ello combinado con ingredientes y aderezos de cualquier continente. Con gran manejo de reducciones y fondos y lejos de convencionalismos gastronómicos de Euskadi.
Su técnica depurada se combina con ingredientes y aderezos de cualquier continente. Es, como él mismo define, una cocina glocal, sin barreras.
Mina tiene espíritu de revolución y su cocina se fundamenta en el mercado, la temporada y los sabores potentes. Una cocina transgresora con recetas viajeras de sabores cercanos y lejanos en la que ingredientes exóticos se combinan con el producto local, y que tiene como resultado un menú desenfadado alejado de la ortodoxia, siguiendo la filosofía slow.