Durante los días 19, 20 y 21 de octubre, Nature Chigre (en la imagen), ubicado en el Hotel Nature de Oviedo ( Comandante Vallespín, 5. Tel: 984 390 910. www.hotelnatureoviedo.com), propone, al precio de 20 euros, el tradicional Menú de Desarme, integrado por garbanzos con bacalao y espinacas, callos y arroz con leche. Explicamos a continuación, de la mano del Hotel Nature, el origen de la tradición del Desarme ovetense.
Cada 19 de octubre se celebra en Oviedo, y desde hace unos
años también en algunas zonas del Oriente asturiano, una fiesta gastronómica que tiene una historia muy peculiar: “El Desarme”. Con este nombre se evoca una serie de hechos
acontecidos durante la primera mitad del siglo XIX en el
marco de las Guerras Carlistas en Asturias.
Asturias nunca pudo ocultar su pasión liberal desde la
resistencia a los franceses, hasta el punto que aun sin
el beneplácito de la Iglesia, la propia Junta General del
Principado fue quien hizo la primera declaración de guerra
a Napoleón en 1808. Declarada la guerra al invasor y tras
un reclutamiento casi forzoso, la población recibió las armas
con las que más adelante “desarmarían” a los carlistas. En
este belicoso ambiente, el 18 de octubre de 1836, la
ciudad de Oviedo logró repeler el ataque más despiadado
de los carlistas, conmemorándose la victoria al día siguiente,
pero fue veinte años más tarde cuando acontece un hecho
mítico en la pequeña localidad de Lugo de Llanera (en las
afueras de Oviedo) que constituyó el germen del que se
originó este famoso festival gastronómico llamado “El
Desarme”.
Corría el año de 1856 y en uno de aquellos días que
quedarán para la historia, los carlistas disfrutaban de una
copiosa comida que tenía como plato principal garbanzos
con bacalao y espinacas. Cuenta la tradición que tan
concentrados estaban tan concentrados en saborear este exquisito manjar que no se percataron de que las armas que habían depositado a sus espaldas habían desaparecido, quedando totalmente desarmados. De la famosa escaramuza del pueblo asturiano y sus milicias urbanas, es de la que esta popular cita gastronómica adoptó su peculiar nombre, perdurando su evocación año tras año.
