Hace unas semanas recibió el Premio Raíz 2022 que concedemos al Personaje en el Mundo del Vino, uno más en una larga lista de reconocimientos (Premio Nacional de Gastronomía, Nariz de Oro…) desde que hace ya 22 años se convirtió en sumiller de La Terraza del Casino de Madrid (hoy Paco Roncero Restaurante), en un tiempo en el que muy pocas mujeres se dedicaban a ello.
Texto: Luis Ramírez. Fotos: María José Huertas
María José Huertas Vega, de formación ingeniera agrícola y número uno en el curso de Sumiller de la Cámara de Comercio de Madrid, se ha convertido en uno de los grandes personajes de la sumillería española, aunque no parecía la actividad a la que estaba destinada en sus inicios. Hace poco tuvimos la oportunidad de charlar con ella en el propio Casino de la calle de Alcalá y le sometimos a nuestro cuestionario alternativo.
¿Cuál es su personaje histórico favorito? Napoleón. Le encantaba Borgoña y, en general, el buen vino. Y siempre me fascinó la frase de uno de sus ministros cuando llegó tarde a una importante reunión con él y dijo aquello de “perdone, general, el nombre de ella no lo recuerdo pero el vino era Chambertin”.
¿Y su personaje de ficción? Superman. Debe ser maravilloso ver desde arriba todo lo que está pasando en el mundo.
Recomiéndenos un libro… No quiero resultar aburrida pero me viene a la cabeza uno de vinos. Quizá algún buen tratado sobre los vinos de Jerez, en que no se hable solo de vino sino también de historia.
¿Cuál ha sido su viaje favorito? Sin duda, Groenlandia. Te sientes alguien importante cuando estas allí porque no estás solo. Me encantó.
¿Y cuál es su viaje pendiente? Camboya. Estuve en Vietnam, pero no pude alargarlo y tengo muchas ganas de ir.
¿Cuál es su comida favorita? Pasta. Viviría comiendo solo pasta. Por ejemplo, con pollo al tandoori o con gambas me encanta.
¿Qué receta le gusta preparar? No cocino casi nada; a pesar de eso, mi hija ha sobrevivido. Pero hago verduras con algo de picante, salteados y ensaladas ricas y variadas.
¿Qué pasión ha descubierto recientemente? No tan reciente, pero una de mis grandes pasiones es la esgrima. Mi hija compite a nivel serio, porque empezó muy joven igual que yo. Entrena mucho y va con la lengua fuera pero para ella y para mí es un deporte apasionante.
¿Qué le pide a un vino? Que me dé placer, que no tenga ningún defecto, y, sobre todo, que esté bueno, en el fondo lo más importante. Si luego tiene el perfil que más me atrae, mejor.
¿Qué vinos le sorprenden últimamente? Los “orange” me gustan mucho. Son el tipo de vinos para cualquier momento del día y van bien también con el tipo de comida que me gusta. Al final tienen ese toque de membrillo tan agradable…
Sugiéranos una buena armonía entre un plato y un vino… Desde mi infancia en Zamora me aficioné a unos simples huevos fritos con patatas, una receta tan sencilla como excelente. Me encanta tomarlos con Manzanilla, una combinación perfecta, porque la yema del huevo frito es amarga y muy complicada de armonizar.
¿Qué ve en televisión o en las plataformas? Muy pocas cosas, si acaso noticias por la mañana y películas cuando tengo algo de tiempo, porque me permiten desconectar, algo que no consigo con la lectura.
¿Dónde le gustaría vivir? Donde vivo, en Madrid. Aunque también me encanta ir unos días al año a mi pueblo de Zamora, Gáname de Sayago, porque me lleva a la infancia. Además, a mi hija también le encanta. Hay ovejas, vive muy poca gente y bastante mayor.
¿Cuál es su ocupación favorita a la hora del ocio? Viajar, aunque solo sean tres días. Y me gusta hacerlo con gente pero también sola, para sentirme a gusto conmigo misma.
¿Cuál es su posesión más preciada? Quizá el primer bolso que me pude comprar con el dinero que había ganado.
¿Cuál cree que ha sido su mayor logro? Ser honesta, porque es lo que más valoro en las personas. Me lo inculcaron mis padres y a mi hija intento transmitírselo también.
¿Qué talento le hubiera gustado tener? Manejarme mejor con los idiomas. ¡Qué pesadilla con el inglés¡ toda una vida aprendiéndolo y me defiendo a medias.
¿Cuál será la meta de su próxima carrera? Seguir haciendo muchas cosas, entre ellas cursos o catas, y sacar más tiempo para estudiar.
¿Cuál sería el rasgo principal de su carácter? La calma; no es fácil que me altere. Y en general, tengo buen carácter.
¿Cuándo derramó la última lágrima? Viendo una película, aunque soy más llorica en la vida real.
¿Cuál es la cualidad que más valora en las personas? La honestidad y la educación.
¿Y lo que más detesta? La queja permanente, esas personas que protestan por protestar.
¿Y qué le inspira indulgencia? Con la edad, empiezas a entender algunas mentiras. Aunque no me gustan, por mentir una vez no dejas de ser buena persona. Con el paso del tiempo te vuelves menos radical en todo.
¿Qué le parte el corazón? Las enfermedades; tener un hijo enfermo me parece una de las coas más terribles de la vida
¿Qué le alegra la vida? Los amigos, la familia, la gente que quiero.
Si pudiera cambiar una sola cosa del mundo…Erradicaría la violencia. Por ejemplo, matar a niños porque sí, como está ocurriendo en Ucrania.
¿Qué música le gusta escuchar? Con mi hija, reggaetón, pero soy muy dispersa en el mundo de la música. Me gusta mucho Eros Ramazzotti, Pink Floyd, Paco de Lucia… Eso sí, no me gusta el jazz. Me gusta decir que ni como sushi ni me gusta el jazz y no pasa nada.
¿Cuál es su lema? La vida es corta para beber un mal vino. Aplicado absolutamente a todo.