El pasado año, su restaurante limeño Maido fue designado Mejor Restaurante de América, según The 50 Best, condición por la que sigue pugnando, un año más tarde con Central, la “casa” de su compatriota Virgilio Martínez. A sus 36 años, Mitsuharu “Micha” Tsumura (cocinero peruano con orígenes en la ciudad japonesa de Osaka y seguidor del chef Toshiro Konishi, uno de los “padres” de la nueva cocina nikkei), lleva años deslumbrando en la gran capital gastronómica latinoamericana.
Texto: Luis Ramírez. Fotos: Maido y Promperu
Como embajador de una de las gastronomías más vigorosas del mundo y presencia habitual en congresos y eventos españoles, hemos podido mantener con él una larga conversación por Skype. Así hemos descubierto a un hombre muy comprometido desde siempre con la reivindicación y la defensa de la labor que desarrollan los productores de su tierra. Y más allá de otras entrevistas más convencionales, hemos planteado a este gran explorador de la diversidad alimentaria del Perú nuestro cuestionario alternativo. A finales de la primavera de 2020, Misha (que asegura que su propuesta siempre ha estado trufada con elementos españoles) cocinará durante una semana en Madrid.
¿Cuál es su personaje histórico favorito? Juan Valer Sandoval, quien en los años noventa del pasado siglo, perdió la vida al liberar a los rehenes que había tomado el MRTA en la embajada de Japón en Lima. Dejó una carta a su familia diciendo que seguramente no volvería pero que lo hacía por el futuro del Perú. Admiro muchísimo lo que hizo pues fue un momento clave para acabar con esa época de violencia que tenía paralizado entonces al país. Lanzó al mundo un mensaje de paz, que nunca negociaríamos con terroristas. Fue un gran héroe.
¿Qué libro nos recomendaría? “Muchas vidas muchos maestros”, de Brian Weiss
¿Cuál es su viaje favorito? Cualquiera que haga con mi familia. Yo viajo solo normalmente por trabajo. Por eso, cuando lo hago con la familia me emociono y lo disfruto muchísimo. No importa el lugar sino la compañía.
¿Y su viaje pendiente? Me gustaría conocer África, porque aún no he tenido oportunidad.
¿Cuál es su comida favorita? Siempre la más simple pero en la que esté presente el sabor.
¿Qué le gusta preparar en casa? Iba a decir un ceviche, pero me gusta mucho también la parrilla, un pollo a la brasa por ejemplo o un lechón al estilo cubano. En general, el mundo de las brasas me encanta.
¿Qué materia prima peruana todavía desconocida cree que debería llegar a todo el mundo? El macambo, primo del cacao. Para mí es el alimento del futuro. Es una fruta con sabor a nuez a la que he dedicado varias ponencias y que me encantaría que se popularizara porque es muy versátil y nunca acabas de descubrirla del todo.
¿Qué le pide a un vino? No tengo un tipo de vino preferido; prefiero que me sorprendan, sobre todo si proceden de pequeños productores. Me gusta tomar vinos que se escapen de lo convencional. Si tengo que elegir, me gustan los vinos untuosos y mantecosos en boca. Y a la cocina de Maido se adaptan muy bien vinos blancos como los Riesling.
¿Qué tipo de programas te gusta ver en televisión? Los de cocina sobre todo, porque me divierten y me ayudan a descubrir la gastronomía de otros países.
¿Dónde le gustaría vivir? Donde vivo, no cambiaría nada. No me imagino en otro sitio.
Al margen de la cocina, ¿cuál es su ocupación favorita? Me encanta pescar
¿Su posesión más preciada? El cuchillo que me regaló mi abuela. Es de Sakai, una pequeña ciudad japonesa muy conocida por sus cuchillos. Me lo mandó a mi nombre y tiene mucho significado para mí.
¿Cuál ha sido su mayor logro? Mi trabajo y mi familia. Conseguir el equilibrio entre ambos ha sido un gran logro. El cariño y el amor hay que regarlos constantemente y nunca darlos por sentado.
¿Qué talento le hubiera gustado tener? Jugar bien al fútbol. Me hubiera gustado ser más talentoso en ese deporte que me encanta.
¿Cuál es su meta en este momento de la vida? Ser feliz con lo que hago, así de sencillo. Busco la satisfacción personal de llegar a casa con una sonrisa. Y hacer las cosas hoy, no ayer ni mañana.
¿Cuál sería el rasgo más representativo de su carácter? Soy impulsivo
¿Cuándo derramó la última lágrima? Cuando Perú llegó a la final de la Copa América de fútbol, porque lloro más de emoción, de alegría, con esas cosas que te tocan la fibra, que de tristeza. Por eso, luego la derrota ya no me dolió tanto.
¿Cuál es la cualidad que más valora en las personas? La sinceridad.
¿Y su principal cualidad? Creo que no pido más de lo que doy. Si busco algo grande es porque también estoy dispuesto a darlo.
¿Qué es lo más detesta? Esas guerras que son consecuencia de querellas que se mantienen a lo largo de los años. Hay tanto odio acumulado que genera muertes inocentes. Ver esto me saca de quicio.
¿Y qué le alegra la vida? Lo que está pasando en Perú, donde cada día más gente se involucra en la gastronomía. Hoy los cocineros estamos apoyando a toda la cadena productiva y podemos tener acceso a productos que antes no llegaban a nuestras ciudades y hoy sí. Las familias que viven de la agricultura, la ganadería y la pesca se están beneficiando de ello. Así mostramos que la cocina puede ayudar a un país, al ser un vehículo de unión para la sociedad. Si hubo un tiempo que Perú se asociaba a violencia e inseguridad, ahora se asocia a la gastronomía. Michel Bras dijo, cuando llegó a Perú, que recuperó de inmediato las ganas de cocinar. Por eso me siento tan orgulloso de mi país.
¿Qué música le gusta escuchar? Me encanta la salsa.