El mercurio pide a gritos plato hondo hasta que podamos sacar la manga corta. ¿Quién puede negarse a unas Verdinas con langostinos en la terraza más cool de Arturo Soria si además las maridamos con burbujas? Y es que ahora en este vergel nos proponen para comer de martes a viernes un puchero diferente cada día acompañado de dos copas de champagne. Por supuesto el cocido madrileño (en dos vuelcos) no falta y además tiene día fijo: los miércoles.
Desde que abrió sus puertas, El Jardín de Alma (Arturo Soria, 207. Madrid. Tel. 91 896 59 25 / 91 066 91 92. www.eljardindealma.com) se ha caracterizado por ser un rincón acogedor y tranquilo del que disfrutar en la capital de nuestra gastronomía sin preocupaciones. La variedad de espacios -muchos al aire libre, perfectamente acondicionados y climatizados- y el buen gusto en su decoración, convierten este restaurante abierto en pleno arranque de ‘nueva normalidad’ en un must para salir a comer o cenar ‘sin miedo’ -haciendo caso de las recomendaciones- en los tiempos que vivimos.
Hace poco llegaban los ‘Tardeos con Alma’, con carta non stop exclusiva, coctelería de autor y también una barra de ostras y champagne. Y ahora que tenemos el frío instalado en Madrid, Jesús González Espartero y su equipo incorporan a la oferta una idea llena de glamour: ‘Puchero y champagne’. Se trata de platos de cuchara elaborados con lo mejor del mercado, diferentes para cada día -de martes a viernes a mediodía- que se acompañan de dos copas de Veuve Clicquot por 35 € por comensal (25 € solo el puchero, que lo sirven en mesa y se puede repetir, si se prefiere otra bebida): Caldereta de corvina con almejas, Fabada asturiana, Verdinas con langostinos, Fabes con almejas en salsa verde o Caldereta de Lubina son algunos ejemplos. Todos ellos irán variando, pero hay uno imprescindible que tiene su lugar fijo en el calendario…
Cocido + champagne para los miércoles
No podía faltar el tradicional cocido madrileño, en el que utilizan garbanzos castellanos; y añaden zanahoria, repollo, patata y nabo; además de chorizo y morcilla asturianos ahumados, panceta de Casalba curada, adobada y ahumada. Lo sirven en dos vuelcos: por un lado la sopa con fideos y por otro todo lo demás, y siempre lo acompañan con tomate rallado con comino, sal, aceite de oliva virgen extra y ajo y además, una vinagreta vasca de puerro y piparras.