El proyecto Tasta’l d’ací pone en marcha el primer espacio online que conecta agricultores, restauradores y gente interesada en adquirir productos de proximidad y variedades locales del territorio valenciano. La plataforma digital también sitúa en el mapa los platos típicos de las distintas comarcas con el propósito de visibilizar y revalorizar la cultura gastronómica valenciana. Para conseguir la financiación necesaria para desarrollar el proyecto, un colectivo de emprendedores ha arrancado una campaña de crowdfunding en la plataforma lateuaterra.com.
La pericana -plato de pescado típico de la zona de l’Alcoià-, l’arnardí -dulce propio de la comarca de la Costera-, la coca de manzana “de l’agredolç” de Vinaròs o la olla de la Plana de Castelló son algunos de los platos que conforman la cultura gastronómica valenciana y que actualmente han caído en el olvido colectivo. Con el propósito de recuperar la memoria gustativa valenciana, Tasta’l d’ací quiere impulsar la primera plataforma digital que sitúe en el mapa las recetas propias de las distintas comarcas valencianas, recopilando así su tradición culinaria. Además del fomento de la cultura gastronómica, el proyecto aspira a conformar una red online que conecte agricultores, restauradores y gente interesada en las distintas variedades locales y en el consumo de productos de proximidad. Para desarrollar este proyecto, un colectivo de emprendedores, encabezado por el lingüista y divulgador gastronómico Xavier Benavent, ha arrancado una campaña de financiación en lateuaterra.com con la que aspira a conseguir los 6.500 euros que necesita.
“Tasta’l d’ací nació hace siete años como un espacio de divulgación de la cocina propia valenciana. Ahora, queremos crear esta nueva plataforma que permita dar a conocer qué y cómo comemos los valencianos, lejos de tópicos y complejos. La cocina valenciana está al mismo nivel que cualquier otra cultura gastronómica europea”, explica Xavier Benavent. El colectivo ha realizado un trabajo exhaustivo de investigación y documentación sobre procedimientos culinarios, variedades locales y platos tradicionales de cada comarca, recurriendo a libros antiguos, documentos y estudios arqueológicos de cocina y memoria gustativa que reconstruyen el legado gastronómico de la cocina valenciana.
De la huerta al plato
Además de recuperar la memoria gustativa, la plataforma web tendrá, por un lado, un mapa interactivo con las localizaciones de las informaciones culinarias, variedades locales y productores de estas, y más información asociada. Por otro lado, se creará un espacio online para que se puedan poner en contacto agricultores que abogan por las semillas y productos locales de cada comarca, cocineros que apuestan por los productos de kilómetro cero y llevan a la mesa los platos tradicionales de su región, y todos los emprendedores y personas que quieran cultivar estos productos y darlos a conocer entre los suyos. “Con todo aspiramos a fomentar el producto local propio y la sabiduría de la población que hace posible que la cultura gastronómica valenciana no caiga en el olvido”, añade el promotor.
Crowdfunding en lateuaterra
Con la campaña de crowdfunding, Tasta’l d’ací espera conseguir 6.500 euros, la financiación fijada para poder poner en marcha la plataforma online. Durante un mes, la iniciativa estará activa en lateuaterra.com, la primera plataforma de micromecenazgo especializada y dedicada a proyectos que cuiden, respeten y mejoren el entorno más próximo.
Lateuaterra.com sigue la sistemática de las plataformas de crowdfunding tradicionales de donativos y recompensas. Los promotores de los distintos proyectos envían sus ideas con una descripción y un presupuesto para llevarla a cabo. Un comité técnico valora que el proyecto sea realmente beneficioso para el medio ambiente, cumpla la normativa y no produzca huella de carbono. El promotor tiene 39 días para dar a conocer su propuesta y alcanzar el objetivo de financiación fijado para desarrollarla. Durante este tiempo, cualquier persona podrá aportar una cuantía al proyecto, por la que recibe una pequeña recompensa. La suma de las aportaciones individuales hace posible que las iniciativas salgan adelante.
