Palencia es, sin duda, una provincia castellana con muchos secretos por descubrir. Desde sus paisajes para perderse, lugares únicos como la Montaña Palentina con sus rutas naturales hasta los monumentos de arte románico, son algunas de las propuestas irrechazables. Pero, además, ofrece una excelente gastronomía de producto con algunas joyas como los pimientos rojos de Torquemada de la imagen, de cuatro morros, de los que se pudo disfrutar la otra noche en el restaurante madrileño Villoldo (Lagasca, 132), la mejor embajada palentina de la mano de la familia Pedrosa.
El menú elaborado por Pilar Pedrosa (propietaria también, junto a sus hermanas Mercedes y Paula, de Estrella del Bajo Carrión, delicioso hotel-restaurante de Villoldo) estuvo a la altura de la ocasión, sobre todo por la gran calidad y personalidad del producto palentina.
Como entrantes se compartieron la cecina de caballo de Villarramiel con lascas de queso viejo de oveja de Villerías y pamplinas; foie «ou touchons» de Villamartín de Campos; y pimiento rojo de cuatro morros de Torquemada asado en leña de encina, buena muestra de la diversidad provincial y de la existencia de productos desconocidos por otros pagos.
Y el menú propiamente dicho estuvo compuesto por cardo de Amayuelas de Abajo (el último de la temporada) con picada de almendras y langostinos; manitas de cerdo rellena de hongos y foie; y media paletilla de lechazo churro de Palencia entreasada. Para rematar, con el postre, el tocinillo de Villoldo. Para beber, los poco habituales vinos de la tierra, concretamente dos referencias de la Bodega Pagos de Negredo, Rosado y Coto Redondo (tinto) de la Denominación de Origen Arlanza. En suma, una gran carta de presentación en Madrid de una provincia repleta de alicientes culturales, arquitectónicos, ambientales, artísticos y, por supuesto, alimentarios y gastronómicos.
La gastronomía, nuestro secreto
Como cuentan desde la Diputación de Palencia, actualmente presidido por María Ángeles Armisén, una gran apasionada de la buena mesa, la gastronomía de la provincia castellana se enmarca dentro de la riqueza culinaria de la comunidad de Castilla y León. Uno de los principales atractivos gastronómicos de Palencia es su producto preparado bajo las recetas tradicionales castellanas.
El mapa gastronómico de la provincia se divide principalmente, de norte a sur, en Montaña Palentina, Páramos y Valles de Palencia, Tierra de Campos y Cerrato Palentino, cuatro comarcas que ofrecen desde legumbres, verduras, carnes, quesos y hasta miel, siendo el patrimonio gastronómico de la provincia.
Bajo la marca Alimentos de Palencia se engloban los productos agroalimentarios de la provincia como seña y distintivo de calidad siendo la Diputación de Palencia el organismo titular de la marca. Además de productos que se engloban bajo esta marca, numerosos restaurantes de la provincia disfrutan también de este distintivo.
Los productos por excelencia de la provincia son las legumbres de Tierra de Campos, en especial la alubia de Saldaña y la lenteja pardina. Siguiendo con la huerta palentina, con reconocimiento nacional, destacan exquisiteces como los pimientos rojos de Torquemada, las cebollas de Palenzuela o las patatas de la Ojeda. Además, Palencia es una provincia privilegiada en producción natural de setas por la gran diversidad de sus ecosistemas y la gran riqueza de especies comestibles de magnífica calidad.
Pasando ya al mundo de las carnes, el embutido es uno de los sellos indiscutibles de la provincia palentina. Productos como la cecina o la morcilla son los principales referentes de las chacinas.
Otro de los productos estrella de la gastronomía palentina es, sin duda, el Lechazo Churro. Para algunos tratantes, carniceros y maestros asadores el mejor lechazo del mundo es el de raza churra del Cerrato palentino. Se presenta en cuartos, en cazuela circular, con su ligero tostado característico producido por el manto de grasa externo, con la terneza y jugosidad de su carne sin olores ni sabores intensos propios del ovino viejo, constituyen toda una experiencia gastronómica.
Otro de los productos de referencia son los patés y derivados del pato en la región de Tierra de Campos, siendo el paté de lechazo churro una de las originales especialidades palentinas.
Uno de los productos más representativos de Palencia es el queso, en concreto destaca el queso elaborado con leche cruda de oveja churra y cuajo natural con una curación media o larga tradicionalmente elaborado por los pastores con un proceso artesanal.
Y dentro de la propuesta dulce, destacan el tocinillo, los Amarguillos, los Almendrados o las Ciegas.
Los mejores lugares para disfrutar de estos y otros productos aparecen recomendados en la Guía Michelin 2017 y la Guía Repsol 2017.