El espacio, que cuenta con dos zonas, una de ‘picoteo’ y otra de mesas, y con capacidad para atender a alrededor de 80 personas, tiene unas excelentes expectativas durante la temporada de verano.
Además, en un ambiente distendido, sus clientes podrán disfrutar de las mejores vistas sobre el puerto, gracias a sus enormes ventanales y a su inmejorable ubicación.
Uno de los aspectos más llamativos de este nuevo espacio es su nombre, que recupera la denominación del antiguo barrio del puerto, cuna de arrantzales y remeros durante siglos, y que apela al carácter abierto e integrador tanto del propio muelle como de la ciudad donostiarra. Además, el término “taberna” también busca aludir a estas raíces tradicionales y a un espíritu afable, acogedor y accesible.
Como afirma el propio Ander González, “yo soy donostiarra y quiero que cualquiera pueda sentirse cómodo en ‘La Jarana Taberna’, con los productos y la forma de cocinar que los donostiarras hemos conocido desde que éramos pequeños. Queremos hacer una cocina para todos, turistas y locales, en la que sobresaldrán recetas clásicas como los callos de la amona y en la que nunca faltará el mejor pescado”.
Una carta con propuestas tan sugerentes como tomate de caserío con bonito del norte, rebozados de kokotxas, las clásicas “gildas” o la “zurrukutuna”, típica sopa vasca de ajo y bacalao.
La Ensaladilla La Jarana y el Pastel de Merluza, el plato y el pintxo más demandados
La Jarana Taberna, con un acceso y horarios independientes al hotel, se posiciona como el punto de referencia gastronómico y social para donostiarras y visitantes. Así, el chef Ander González, ha apostado por el equilibrio entre la cocina clásica y el respeto a la temporalidad y el producto local, y la aplicación de un toque profundamente actual y moderno.
Desde su apertura, tanto clientes hospedados en el hotel como externos, pueden disfrutar de una carta variada, con dos menús: uno de barra, con pintxos fríos, calientes y raciones, y otro para su zona de mesas con una carta más amplia.
Con un porcentaje parecido de reservas para comidas o cenas, la “ensaladilla La Jarana” se ha convertido en el plato más demandado y el “pastel de merluza” en el pintxo que más se solicita.
La Jarana Taberna es un espacio abierto destinado a convertirse en uno de los must de la ciudad, tanto por su gastronomía como por su privilegiada localización junto al puerto.
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