La asociación Alcachofa de España visibiliza los beneficios de esta verdura con ocasión de la celebración, ayer jueves, del Día Mundial contra el Cáncer, una enfermedad que registra cerca de 300.000 nuevos casos cada año en nuestro país.
El consumo regular de alcachofas ayuda a prevenir y a controlar el cáncer de próstata, de mama y la leucemia in vitro, según la asociación Alcachofa de España, que desde hace diez años colabora con el Instituto de Biotecnología Vegetal de la Universidad Politécnica de Cartagena (IBV-UPCT) para estudiar esta verdura y probar científicamente sus beneficios.
El efecto de las alcachofas respecto del cáncer se debe a sus principales flavonoides, rutina y quercitina, así como a la presencia de ácido gálico. Concretamente, estos elementos inducen la apoptosis (muerte celular programada), una de las nuevas dianas terapéuticas en el tratamiento de dicha enfermedad; al tiempo que reducen la proliferación celular.
Asimismo, los flavonoides, constituyente clave en las alcachofas, protegen contra el daño celular que resulta de la activación de factores carcinogénicos, es decir, aquellos que son capaces de causar cáncer o de aumentar su incidencia. Es más: refuerzan el sistema de detoxificación de mutágenos, que son agentes que alteran o cambian la información genética, y eliminan carcinógenos del cuerpo.
El Día Mundial contra el Cáncer: cifras
Según datos de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), cada año se registran cerca de 300.000 nuevos casos de cáncer en nuestro país. De hecho, la incidencia de la enfermedad se ha incrementado un 12% en los últimos cinco años. El cáncer de próstata y de mama, sobre los cuales se han probado los beneficios de las alcachofas, son la segunda y la tercera tipología, respectivamente, más diagnosticadas en España.
El cáncer es la segunda causa de mortalidad en nuestro país, solo después de las enfermedades cardiovasculares, y también ocupa los primeros puestos en el mundo. De acuerdo con la Agencia Internacional de Investigación en Cáncer de la Organización Mundial de la Salud (IARC), provocó unos 10 millones de muertes a nivel global en 2020.