Hace dos años por estas mismas fechas, para el número de Navidad, escribí el artículo “Celebrar puede mejorar nuestra salud”. Veinticuatro meses más tarde “Celebrar” y “Salud” en la misma frase tienen un significado muy diferente…Os invito a reflexionar sobre algunos párrafos del artículo “Celebrar puede mejorar nuestra salud” del número 100 de ORIGEN desde una “mirada Covid”, más profunda y consciente.
Por Efa Rimoldi
“¿Cuánto tiempo dedicamos a celebrar diariamente? Desde que el hombre primitivo descubrió el fuego y puso fin a comer la carne cruda, las celebraciones han unido a las comunidades humanas en honor a acontecimientos trascendentales, ritos de pasaje, celebraciones religiosas y mucho más”.
Curiosamente aquellas actividades que nos resultaban cotidianas, algunas aburridas o banales, hoy son motivo de gran celebración: abrazar a nuestros seres queridos, reunirnos con amigos y en familia, mirar un partido en la barra de un bar, y tantas otras. Cada uno de nosotros vivimos, interpretamos, aceptamos-rechazamos las situaciones vividas en estos últimos meses de manera diferente. Estar sanos hoy es “un acontecimiento trascendental”.
¿Lo estamos celebrando?
“Celebrar y Comer son casi sinónimos, celebrar alrededor de una buena mesa activa los circuitos de recompensa cerebrales, los mismos que las drogas o el sexo. Los sistemas opioides endógenos interactúan con las terminaciones del sistema dopaminérgico y se desinhibe la liberación de dopamina, un neurotransmisor esencial en los procesos de recompensa”.
¿Estas Navidades serán diferentes? Sí! Tenemos la oportunidad de diseñar una estrategia gastronómica de texturas, sabores, olores y colores que activen nuestros sistemas de recompensa. También integrar algunos cambios que llegan para quedarse… en las celebraciones. Un estudio elaborado por The Onion Inside para Codorníu en base a una encuesta realizada a 900 personas en el mes de septiembre 2020, indica que las pequeñas celebraciones juegan un papel vital en estos momentos: el 70% valora ahora más la compañía de su familia y poder celebrar la vida con la gente que quiere, un 80% desea celebrar aún más, un 65% cree que las celebraciones al aire libre permanecerán para siempre, un 60% se reafirma en las celebraciones más pequeñas y de mayor calidad.
¿Somos conscientes de que podemos elegir nuestra Actitud en estas Navidades?
Hasta ahora hemos hablado del Qué, de cómo queremos que sea el maridaje perfecto para nuestro paladar! Como buenos chefs que somos de nuestras propias emociones, pensamientos y acciones nos toca el gran reto-desafío: el Cómo. El Cómo hacerlo con los ingredientes adecuados, porque, como bien afirma el refranero español, “entre el dicho y el hecho hay un largo trecho”
La Covid-19 nos enseña, y a veces casi a fuego, a vivir en el presente y convivir con la incertidumbre. Nuestra propuesta desde ORIGEN es dar herramientas sencillas para encontrar una vida en paz, armonía y alegría: ¡más feliz! La neurociencia hace mucho hincapié en que podemos entrenar nuestro cerebro-neuronas y que la práctica del Mindful Eating por ejemplo, nos puede ayudar.
¿Cómo podemos entrenarnos para estas Navidades?
¡Viviendo el presente con gratitud! El presente es un regalo
Como decía John Lennon, “la vida es lo que pasa mientras estás ocupado haciendo otros planes”. No podemos respirar ayer ni respirar dentro de 10 minutos, solo podemos respirar en el momento presente; ¿será por eso que el presente es un regalo? Podemos entrenar a nuestro cerebro, Si programamos nuestras neuronas para que sean más receptivas a la felicidad, tarde o temprano terminaremos sorteando la tristeza. Si, por el contrario, nuestro comportamiento enseña a nuestra materia gris a interpretar lo que nos ocurre de forma negativa, dará igual todo lo bueno que nos ocurra, puesto que no habrá manera de que podamos sacar provecho de ello.
La única certeza que tenemos es el momento presente, respirémoslo con profundidad y alegría!
¿Estamos viviéndola en Atención Plena?
“La gastronomía es una parte muy importante de la celebración. La comida y la bebida influyen en nuestro estado de ánimo. Nuestros recuerdos de comidas familiares, especialmente, olores y sabores, tienen la “magia” de transportarnos instantáneamente a casi experimentar nuevamente momentos inolvidables”.
La Gratitud: nuestra Varita Mágica.
El Dr. Robert A. Emmons, profesor de Psicología en la Universidad de California (Davis) llevó a cabo varios experimentos para medir cómo la gratitud repercute en el bienestar humano. El grupo de mayor “gratitud” reportó mejores niveles de alerta, entusiasmo, determinación, optimismo y energía. Mejor aún: experimentaron menos depresión y estrés, eran más propensos a ayudar a los demás, y más dispuestos a la consecución de objetivos personales.
En la investigación de Emmons también se muestra que aquellos que celebran la vida practicando una actitud de gratitud tienden a ser más creativos, se recuperan más rápidamente de la adversidad, tienen un sistema inmune más fuerte y mejores relaciones sociales.