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Pink Lady estrena en Guipúzcoa su primer punto de venta propio en España

La popular firma de manzanas acaba de inaugurar en Eibar, en el País Vasco, la región con más fruterías por metro cuadrado de España, un moderno punto de venta (en la imagen de Hondo Fotografía) que funciona como un escaparate experiencial para el cliente. El objetivo de Pink Lady es apoyar a la frutería tradicional, su principal canal de venta, con la que comparte valores como el respeto al producto fresco y de calidad y el mimo en los ciclos de trabajo. Se trata de un modelo de corners de marca que Pink Lady prevé extender próximamente por ciudades como Madrid y Barcelona.

Cultivadas de forma respetuosa con el medio ambiente y siguiendo el ciclo natural del árbol, las manzanas Pink Lady son unas manzanas únicas en el mundo, resultado del cruce entre las variedades Golden Delicious y Lady Williams. Solo pueden encontrarse en el mercado desde octubre hasta comienzos de verano y destacan por unas excepcionales cualidades organolépticas: su seductor color, su aroma irresistible, su particular dulzura y su riqueza de matices. Su minucioso modo de cultivo combina prácticas convencionales con soluciones naturales provenientes de la agricultura biológica.

COMPROMISO CON EL COMERCIO DE PROXIMIDAD

Pink Lady comparte múltiples valores con el comercio tradicional y de cercanía; entre ellos, la importancia de garantizar a los clientes la máxima calidad y frescura del producto en el punto de venta, último eslabón de la cadena de distribución. Hoy día, la frutería tradicional tiene la confianza de los consumidores, por encima de las grandes superficies y del canal de venta online, y es también el altavoz de las marcas de frutas y verduras.

Al igual que en otros sectores de consumo, estas tiendas se han convertido en espacios enfocados hacia lo experiencial, empezando por la ambientación y la presentación del producto. Materiales, formas, iluminación: todo cuenta para contar una historia. Por eso, y como muestra de su compromiso con el vendedor, la marca ha comenzado a implantar modernos corners monográficos dentro de diferentes fruterías del país, dotados de mobiliario exclusivo y elementos 3D y concebidos para ofrecer al consumidor una experiencia más allá de la compra de una manzana. Pretende así ir más allá de la acción promocional efímera para dotar a estos comercios de puntos perdurables y de estética atractiva que les ayuden tanto a diferenciarse y crear impacto como a fidelizar al cliente.

El primero de estos corners de Pink Lady se encuentra en Eibar (Guipúzcoa) en la frutería La Pera (Errebal, 4). Se ha elegido esta localidad, entre otras razones, como guiño a una región, País Vasco, que cuenta con el mayor número de fruterías por metro cuadrado de España y uno de los mayores porcentajes de consumo de fruta y verdura, más concretamente de manzanas (junto a Galicia y Asturias) [datos extraídos del Informe del consumo de alimentación en España 2018, Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente]. El canal minorista sigue posicionándose como líder en fruta y verdura –en valor– y también se reposiciona con fruterías de mayor calidad, tanto tradicionales como cadenas de fruterías en centros urbanos –o dentro de mercados municipales, por ejemplo–.

Con más de 50 años de experiencia en el sector, la frutería La Pera cuenta con cuatro tiendas propias en el municipio guipuzcoano de Eibar y más de 40 comercios asociados a lo largo de todo el País Vasco. Se trata de una empresa familiar, con la segunda generación al frente, que se ha adaptado al nuevo estilo de consumo –tienen también fruta cortada lista para comer, zumos recién hechos, etc.– pero siempre con la calidad de sus frutas y verduras, de los mejores proveedores, como premisa fundamental.

LAS MANZANAS QUE CULTIVAN VALORES

Además de su apoyo al canal de venta tradicional, Pink Lady es una marca sensibilizada con otros temas actuales que redundan en el bien de la sociedad de consumo, como la lucha contra el despilfarro alimentario, la disminución de residuos, el reciclaje y la sostenibilidad, por ejemplo. Preocupada por preservar tanto la biodiversidad como el tejido social existente, la marca Pink Lady® se fundamenta en un modelo económico solidario y duradero, enraizado en los territorios y generador de economía: a nivel europeo, genera 6.000 empleo, 400 en Cataluña. Pero, además, tiene repercusión indirecta en otros sectores de actividad, desde la fabricación de cajas de embalaje hasta el transporte de mercancías.

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