La IGP terminó el año 2020 con un incremento tanto en el número de terneros registrados como en el de canales certificadas y volumen de carne comercializada. A nivel global, la situación provocada por la pandemia afectó negativamente a los precios en el campo y provocó pérdidas económicas en el sector. En la imagen, asistentes a la presentación de la Certificación de Bienestar Animal Ternera Gallega y del Informe de Actividad del Consejo Regulador en el año 2020.
El Consejo Regulador de las IGPs de Carne de Vacuno de Galicia presentó la Certificación de Bienestar Animal Ternera Gallega, que se define “como un paso más en su esfuerzo constante por ofrecer a los consumidores las máximas garantías sobre el origen y calidad de la carne certificada por la Indicación Geográfica Protegida Ternera Gallega, y sobre su obtención mediante unos sistemas productivos donde el cuidado de los animales y el respeto de su bienestar es una cuestión
primordial”, según palabras de Jesús González Vázquez, presidente del Consejo.
La presentación de la Certificación de Bienestar Animal Ternera Gallega tuvo lugar en Santiago de Compostela, en un acto con asistencia presencial y por streaming, que fue presidido por José Luis Cabarcos Corral, director de la Axencia Galega de Calidad Alimentaria (Agacal) de la Consellería do Medio Rural de la Xunta de Galicia, y en el que participaron directivos del Consejo Regulador, representantes del sector y, sobre todo, medios de comunicación de toda España.
Esta nueva iniciativa se puso en marcha a finales del año 2019, cuando el Consejo Regulador tomó la decisión de certificar el bienestar animal en las explotaciones
ganaderas, durante el transporte de los animales y en las industrias inscritas en la IGP Ternera Gallega. Durante el año 2020, se aprobaron sus directrices y se comenzó a implantar desde el pasado otoño, siguiendo las especificaciones de bienestar animal definidas por el Farm Animal Welfare Council y por el propio reglamento de la IGP, que ya establece unos requisitos mínimos de acuerdo con la tradición cárnica gallega y con lo recogido en la legislación vigente, que se vienen verificando desde hace años.
Con la nueva Certificación, el Consejo Regulador da un paso más y define unas condiciones de bienestar animal más amplias y específicas para los terneros inscritos, detallando su sistema de control y certificación. Ternera Gallega quiere dar así respuesta a la creciente demanda de la distribución y de los consumidores, cada vez más preocupados por la crianza y el cuidado de los animales, y también situarse en la línea marcada por la Unión Europea en la estrategia “De la granja a la mesa” prevista en la nueva PAC, para que la sociedad tenga acceso a alimentos que se obtienen cumpliendo altos estándares de seguridad, calidad y bienestar animal.
Proceso de certificación
La Certificación de Bienestar Animal Ternera Gallega se centra en la observación y evaluación de los animales y de su estado y comportamiento. Los inspectores del Consejo Regulador auditan el 100 % de las ganaderías e industrias inscritas en la IGP, y en el proceso de certificación se siguen los criterios de la norma UNE‐EN ISO/IEC 17065. Se comprueba:
– Que los animales disponen de alimentos en cantidad suficiente, adaptados a su edad y en buen estado, y que no presentan signos de desnutrición.
– Que también disponen de bebederos suficientes y agua en abundancia y limpia.
– Que las condiciones ambientales de humedad, temperatura y ventilación son correctas y que los animales cuentan con protección frente a las corrientes de aire
y los insectos.
– La competencia y dedicación del personal, la supervisión y cuidado diario de los animales y que el libro de tratamientos y demás documentación está al día.
– El estado de conservación y el estado de las instalaciones (cuadras, patios, mangas de manejo…), de forma que los animales se puedan mover libremente y no
haya elementos constructivos que les causen daños. También la limpieza de las instalaciones, el tipo de materiales empleados, la iluminación, el nº de animales
por lote y su densidad.
– Que los animales están limpios, que se tratan enseguida en caso de enfermedades o lesiones, la existencia de lazareto, la duración de la cuarentena, las prácticas de desinfección que se realizan y que no hay restricciones prolongadas del movimiento en los animales.
– La ausencia de lesiones, heridas o síntomas que puedan ser indicativos de deficiencias en el manejo de los animales o en su estado sanitario.
– El comportamiento de los animales, valorando las interacciones entre ellos y con las personas. Se observa si están tranquilos o nerviosos, si juegan entre ellos o si
se muestran agresivos, si se acercan a las personas o si huyen de sus cuidadores, etc.
– En las industrias inscritas en la IGP, se evalúa el transporte y se comprueba el estado de los animales, las instalaciones, el manejo, el aturdimiento y la
competencia del personal.
En total son cuanto menos 66 parámetros, que en caso de incumplimiento pueden dar lugar a incidencias y no conformidades. En este caso, los afectados dispondrán de un plazo determinado para aplicar medidas correctoras y subsanar las deficiencias observadas. Si no lo hiciesen así, perderían la Certificación de Bienestar Animal Ternera Gallega.
Por el contrario, su cumplimiento, avalado por el control del Consejo, va a permitir el uso de la mención Bienestar Animal Ternera Gallega en el etiquetaje de la carne, aportando seguridad y transparencia a los consumidores sobre el sistema de producción. En consecuencia, una vez desarrollada e implantada la nueva certificación, en abril de 2021 llega al mercado la carne amparada por la IGP, también etiquetada con el logo de Bienestar Animal Ternera Gallega, que se presentó en primicia en el acto organizado por el Consejo Regulador.
INFORME DE ACTIVIDAD DEL CONSEJO REGULADOR EN EL AÑO 2020
En el contexto de pandemia por la Covid‐19, el pasado año las cifras de actividad en el marco de la IGP Ternera Gallega fueron positivas. La Denominación cerró el ejercicio creciendo en el campo y en el mercado y así lo constatan tanto la cifra de explotaciones activas y el número de terneros identificados, como también el número de canales certificadas y la cantidad de carne que se comercializó bajo el amparo de Ternera Gallega.
En el caso de la IGP Vaca Gallega/Buey Gallego se produjo un estancamiento de su actividad, que debe contextualizarse en el marco de la situación vivida, ya que la carne de vacuno mayor resultó muy afectada por el cierre de la restauración y la hostelería.
En lo que respecta a la situación económica del sector de vacuno de carne, el año 2020 fue difícil para todos, ya que en el campo los precios de los terneros bajaron y no llegaron a recuperarse, y en las industrias la puesta en marcha de medidas preventivas y sanitarias provocó gastos que repercutieron negativamente en sus márgenes comerciales.
“Aunque las cifras de actividad en el marco de la IGP Ternera Gallega fueron positivas, no lo fue así la situación sectorial, ya que los precios percibidos por los ganaderos bajaron significativamente y la actividad en las industrias cárnicas y la comercialización también se vieron afectadas por la pandemia. Dentro de esta situación compleja y difícil para todos, el sector de vacuno de carne y Ternera Gallega mantuvieron en todo momento su actividad y garantizaron el abastecimiento alimentario de la sociedad”, afirma el presidente del Consejo Regulador de las IGPs de Carne de Vacuno de Galicia, Jesús González, quien continúa explicando que “el 2020 fue un año especialmente difícil en el caso de la carne de vacuno mayor, tanto de vaca como de buey, ya que su principal canal comercial es el de la
restauración y hostelería. Su cierre unas veces y el funcionamiento a medias otras limitaron la comercialización, sobre todo de las piezas nobles y de las mejores canales”.
La Indicación Geográfica Protegida Ternera Gallega en cifras
El número de explotaciones ganaderas inscritas y activas creció hasta 8.354 (56 más que en el año anterior) y la cifra de terneros identificados consiguió las 138.230 cabezas. Hubo, por tanto, un crecimiento en el campo superior al 2 % (2.967 terneros más), que se puede considerar bastante significativo y probatorio de la trascendencia del sector de vacuno de carne en el medio rural gallego, tanto a nivel social y económico como también medioambiental y en el mantenimiento de la población y del territorio.
En cuanto al número de canales certificadas, la cifra fue de 99.238; mientras que el volumen de carne comercializada bajo el amparo de la IGP subió hasta 22.562 toneladas. En consecuencia, hubo un crecimiento sustancial de Ternera Gallega en el mercado, por encima del 6 % (1.327.000 kilos más). Estos datos demuestran la importancia de la IGP y su esfuerzo promocional para darle salida en el mercado a la carne de calidad producida en Galicia y también la apuesta de la distribución y de los consumidores por los alimentos frescos y con prestigio reconocido para su consumo en los hogares. Con respeto al valor económico en primera venta de la carne comercializada, este fue de 126 millones de euros.
En lo que respecta al sector industrial, están inscritas en la IGP 96 empresas, manteniéndose constante el número de mataderos y el de salas de despiece y
comerciales cárnicas. En cuanto al número de establecimientos con imagen corporativa de Ternera Gallega, la cifra creció hasta 1.541, (125 más que en el 2019), fruto del esfuerzo de la IGP para mejorar su penetración en la gran distribución, cadenas de supermercados y carnicerías tradicionales, sobre todo para mitigar los efectos del cierre de la restauración. Ternera Gallega se mantuvo como la Denominación de referencia en el sector de la carne de vacuno en España por su calidad y prestigio, donde significa alrededor del 56% de la carne comercializada con IGP.
En el que respecta a la evolución de los precios en origen, hay que resaltar que bajaron significativamente, con menguas que oscilaron alrededor de 0,30 ‐ 0,50 € / kg canal en los meses de abril, mayo y junio, poniendo a muchas explotaciones en peligro de subsistencia. A partir del mes de julio hubo una cierta mejoría, pero no llegaron a recuperarse en su totalidad los precios en origen a los niveles que había antes de la pandemia.
La Indicación Geográfica Protegida Vaca Gallega / Buey Gallego en cifras
En los registros del Consejo Regulador hay inscritas 1.014 explotaciones (89 más) y 32 industrias. La coyuntura derivada de la crisis sanitaria hizo que se ralentizara la actividad y sólo se identificaran 2.071 animales (1.820 vacas y 251 bueyes); y también que se estancara la comercialización, con 443 canales certificadas, que sumaron 186 toneladas de carne amparada por la IGP. Estas cifras es necesario reactivarlas, como bien declara el presidente del Consejo Regulador “una vez que se supere la pandemia es fundamental la apuesta de los ganaderos e industrias para generar riqueza para el sector y para evitar,
con el apoyo del Consejo Regulador, la picaresca comercial y el mal uso en el mercado y en la restauración del nombre de Galicia; una defensa en la que también se debe involucrar la Administración autonómica”.
Durante el pasado ejercicio, el Consejo Regulador de las IGPs de Carne de Vacuno de Galicia continuó realizando un esfuerzo significativo en cuanto a control. En el caso de la IGP Ternera Gallega, se hicieron 21.777 inspecciones, se tomaron 2.503 muestras y se realizaron 3.073 análisis y 1.654 pruebas de ADN. Por otra parte, en la IGP Vaca Gallega/Buey Gallego se hicieron 569 inspecciones y 10 pruebas de ADN.
Retos y proyectos para el año 2021
Además de la Certificación de Bienestar Animal Ternera Gallega, el Consejo Regulador insistirá en la planificación de los partos en las explotaciones inscritas en la IGP; en el refuerzo de la imagen de Ternera Gallega asociada a una producción de calidad, comprometida con la sostenibilidad económica, social y medioambiental; en el esfuerzo promocional para generar demanda y mejorar los precios en origen; en el Plan de Internacionalización, sobre todo en Alemania; en la realización de un estudio de mercado de Ternera Gallega que permita detectar nuevas oportunidades de negocio; y en la necesidad de elaborar el Plan Estratégico para el sector de vacuno de carne de calidad en Galicia. En el caso de la IGP Vaca Gallega/Buey Gallego, hay que terminar su proceso de inscripción en el registro comunitario y potenciar su puesta en marcha y comercialización.