Los chefs Carito Lourenço y Germán Carrizo (en la imagen) presentan su Temporada 7 en Fierro (Carrer del Dr. Serrano, 4. Valencia). justo cuando el proyecto ha alcanzado su madurez, tras 5 años de recorrido por diferentes cocinas del mundo, que les ha ayudado a realizar su propio camino hacia lo mediterráneo.
Hace 14 años aterrizaban en Valencia los chefs Carito Lourenço y Germán Carrizo para emprender una aventura que les llevaría a crear en 2015 una propuesta única en España que responde al nombre de Fierro. Dejaban atrás su Argentina natal para recorrer un camino hacia lo mediterráneo que les ha llevado a ser condecorados este mismo año con el “Plato Michelin” de la Guía Roja.
En este restaurante, que cuenta con una única mesa para 12 comensales, los chefs apuestan por el producto de su entorno y los sabores cotidianos. De ahí que en su nuevo menú degustación podamos encontrar gamba de Dénia, trufa de Sarrión (Teruel), calabaza de Meliana, chirivía de la zona de Puig, arroces de la Albufera, hierbas y micro brotes de Xátiva o tomate de El Perelló, por citar algunos de los productos con los que trabajan.
Se trata de una visión muy particular de la cocina mediterránea, ya que a veces se dejan entrever algunos guiños a otras cocinas del mundo, como la argentina o la italiana. Buena muestra de ello son platos como “Gamba criolla”, “Ánguila en baña cauda” o “Pato asado”, por citar algunos.
Su pasión por lo mediterráneo se extiende también a la bodega, con la sumiller Eva Pizarro al frente. Como apasionada del terroir, esta sumiller que ha pasado por restaurantes como Casa Marcelo (1*Michelin, Santiago de Compostela) o Arrop (1*Michelin, Gandía), a la hora de elaborar la carta de vinos de Fierro, apuesta por aquellos que son fieles a la tierra, ya sean referencias internacionales o vinos de pequeña producción de la zona.
Por último, destacar que Fierro se convertirá el próximo 3 de marzo en una de las paradas obligadas para los asistentes al Valencia Culinary Festival 2020. Ese día recibirán al chef Vasco Coelho (Euskalduna Studio, Oporto) en su casa para realizar un menú 6 manos en el que no faltarán los productos de temporada, grandes dosis de creatividad y, sobre todo, mucho sabor.
Cruzar el charco para cumplir un sueño
Carito y Germán son una pareja de chefs argentinos (ella es cordobesa y él es mendocino) que decidieron cruzar el charco hace 14 años para cumplir el sueño que siempre habían perseguido: montar su propio restaurante.
Pero antes de eso, la vida les iba a plantear varios retos, como trabajar codo con codo con el chef Quique Dacosta y el resto del equipo con el que llegaron a conseguir una estrella Michelin para su restaurante El Poblet.
Fue en 2015 cuando decidieron lanzarse con Fierro, un restaurante de 57 m² ubicado en Valencia con una propuesta única en España. Una única mesa para 12 comensales en la que disfrutar a lo grande de la cocina mediterránea y el producto local, sin ocultar los guiños a su Argentina natal.
Durante este tiempo, Carito y Germán han conseguido posicionar a Fierro como la “embajada gastronómica argentina en Valencia”, lo que les ha llevado a ser condecorados este 2020 con el “Plato Michelin”. Además, se han atrevido con otras exitosas aperturas en la ciudad como Doña Petrona, en formato restaurante y take-away, o La Central de Postres.
La ley de la temporada
En un ambiente cercano, los comensales asisten a un desfile de platos diseñados por los chefs Carito Lourenço y Germán Carrizo a partir de productos de temporada tratados con respeto y pasión hasta que forman parte de elaboraciones únicas que perduran en la memoria del que se atreve con la experiencia.
Guiados en todo momento por los chefs y el resto del equipo, los comensales en Fierro se entregan a una propuesta fresca que, a través de dos formatos, revaloriza productos cotidianos y locales convirtiéndolos en auténticas sorpresas gustativas.
En esta séptima temporada, ingredientes como la anguila, la anchoa, el pato, la chirivía o la gamba conviven con elaboraciones complejas que los encumbran a un nivel superior. Además, los guiños a la cocina argentina son muy habituales, lo que hace aún más personal su propuesta.