El jamón ibérico de bellota ha sido siempre uno de los protagonistas absolutos en toda mesa de gran celebración, y el de Carrasco, que este año está de aniversario, lleva siéndolo desde hace 125 años. Un producto especial por su sabor distintivo gracias a factores clave como son su propia raza de cerdo ibérico, la raza Carrasco, criada en libertad en la dehesa extremeña y alimentada únicamente con bellotas. El cuidado proceso de Carrasco Ibéricos continúa con su curación en los secaderos de Guijuelo (Salamanca), donde las piezas reciben vientos fríos y secos en invierno y calurosos en verano procedentes de la Sierra de Gredos y Béjar.
Al sabor único del jamón de Carrasco se suma por tiempo limitado el pan de Crosta Ogitegia. Una focaccia elaborada con aceite de oliva virgen, manteca de cerdo ibérica y dos harinas muy especiales: una de algarroba y otra de bellota, en una propuesta que busca evocar el sabor del ibérico. De estos dos productos surge la simbiosis perfecta en un original pack que aúna el espíritu de Carrasco junto con el pan que mejor destaca sus cualidades organolépticas. El pack estará a la ventatanto en la panadería de Zalla (Vizcaya) de Crosta Ogitegia como en el portal web de Carrasco solamente durante los meses de marzo y abril. Este pack es el regalo perfecto para los amantes del buen jamón ibérico y del buen pan.
Esta unión tiene su origen en Madrid Fusión 2020, donde Carrasco Ibéricos, en su segunda edición, desafió a 6 panaderías a nivel nacional, a crear el mejor pan para acompañar a su jamón. «II Desafío Pan Ibérico Carrasco» encontró en la propuesta de Roberto Fernández, de la panadería Crosta Ogitegia, los matices perfectos para potenciar el sabor del jamón Carrasco y sus características. Un pan que se ajusta a los matices en boca del jamón Carrasco: dulce, amargo y salado. El dulce lo da la algarroba, la bellota aporta el amargor y el salado lo da la sal de Añana natural de la zona de Vizcaya. Es por ello, que la panadería Crosta Ogitegia fue galardonada con el premio al mejor pan para maridar con el jamón Carrasco.
Como novedad, los participantes del II Desafío Pan Ibérico Carrasco pudieron perfeccionar ese maridaje gracias a los datos obtenidos del estudio “La calidad del jamón ibérico se puede predecir”, elaborado por la Universidad de Salamanca en colaboración con la Junta de Castilla y León y con Carrasco Ibéricos, que presenta un sofisticado panel de cata con un sistema de evaluación del jamón en base a 28 parámetros sensoriales objetivos basados en el aspecto (veteado, color…), olor (intensidad, curado…), sabor (dulce, retrogusto…), textura (jugosidad, dureza…) que se valoran del 0 al 9 dependiendo de su intensidad.
Como afirman desde Carrasco: “comer jamón no solo se trata del gusto, es toda una experiencia sensorial». Este es precisamente el principal motivo que movió a Carrasco a buscar el pan que ayudara a potenciar los múltiples matices de su jamón. Un jamón único, de color rojo cereza intenso, con bajo punto de sal, y con un ligero toque dulzón, que lo hace irresistible y que ha encontrado en el pan de Crosta Ogitegia, el acompañante perfecto.
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