En Queso Los Cameros el compromiso con el pasado ocupa un lugar preferente, también el que queda impreso en esas fotografías antiguas que tantas veces se repasan en familia y que nos unen a un tiempo compartido. Lácteos Martínez, Maestros Queseros desde 1961, fiel a su compromiso con la difusión de la Cultura del Queso, nos invita a buscar en esas cajas de viejas y queridas fotos, a mantener vivas las raíces en torno a la tradición del queso que, sin duda, ha estado presente, y está, en las familias y empresas de La Rioja. Por este motivo, convoca el Concurso de Fotografía Antigua Queso Los Cameros «Tradición ganadera y quesera en La Rioja», para rescatar todo ese tiempo atrás compartido, para documentar esos momentos únicos en torno al queso en un banco de imágenes.
El concurso está abierto a personas de cualquier nacionalidad o lugar de residencia que, entre los álbumes que albergan los recuerdos de su pasado, encuentren fotografías hasta el siglo XXI (anteriores al año 2000) en blanco y negro o en color, relacionadas con la tradición ganadera y la Cultura del Queso en La Rioja. Se puede participar con el número de fotos que se desee. El Primer Premio a la Mejor Fotografía Antigua de la Cultura del Queso está dotado con 1.000 euros; el Segundo Premio se recompensará con 600 euros.
Y como la memoria se teje entre todos, también a nivel empresarial, se otorgará el Galardón Especial «Foto Antigua de Queso Los Cameros», dotado con 1.000 euros, a aquella imagen relacionada con la marca inicial Lacma, Lácteos Martínez o Queso Los Cameros. Desde antiguos camiones en los que se transportaba la leche a ganaderos vinculados a la empresa o añejas lecheras, hasta a personas que, en un instante del pasado, disfrutaron de uno de sus productos. Todos esos momentos que viven para siempre en una imagen son valiosos testimonios para documentar y mantener viva la esencia de Lacma, que también forma parte de la historia de Haro y de la tierra riojana.
Las fotografías que contribuirán a armar este valioso retrato colectivo podrán enviarse por internet o por correo postal, según las bases que especifica el Concurso. Los requisitos de esta iniciativa pueden consultarse y descargarse en https://www.loscameros.es/es/concurso-fotografias-antiguas. Cada una deberá ir acompañada de una descripción en la que conste el año, lugar, título, nombre del autor de la fotografía (o indicar que el autor es desconocido) y un breve texto que describa la imagen y el contexto. El plazo de admisión está abierto hasta el 21 de noviembre de 2019 a las 23:59 horas.
Las imágenes se pueden enviar digitalizadas en formato .jpeg o .png, en alta resolución, a través de la web www.loscameros.es/es/concurso-fotografias-antiguas. También se pueden remitir fotografías escaneadas, en alta resolución, a la dirección electrónica concursofotografia@lacteosmartinez.com
Asimismo, se puede hacer llegar una reproducción física de calidad o una fotocopia a la siguiente dirección postal. Si la imagen resulta ganadora, se deberá enviar la fotografía original o la copia física de la misma.
Concurso de Fotografía Antigua Queso Los Cameros
«Tradición ganadera y quesera en La Rioja»
Polígono Industrial Fuente Ciega
C/ Los Nogales 55
26200 Haro (La Rioja)
Un jurado experto, compuesto por personas de reconocido prestigio profesional relacionadas con la fotografía y la etnografía, y por miembros de la familia Martínez, escogerá, entre las fotografías que se reciban, las ganadoras de los premios. El fallo, que se conocerá el 27 de noviembre de 2019, se publicará en la web de Queso Los Cameros, www.loscameros.es, en redes sociales y medios de comunicación. El acto de entrega de premios se celebrará en la sede de Quesería Los Cameros el 29 de noviembre de 2019.
Queso Los Cameros, tal como éramos
Con este Concurso, Queso Los Cameros, fiel a su lema Saber de queso, saber de vida, quiere contribuir a que ese legado colectivo no se pierda. La memoria de lo que fuimos es la esencia de lo que somos. Queso Los Cameros, que nació como Lácteos Martínez en 1961, está orgulloso de su pasado. El pequeño negocio que fundó el matrimonio formado por Jesús Martínez y Justa González se gestó en la misma casa familiar, en el pueblo riojano de Haro, donde empezaron a elaborar el queso fresco y la cuajada que el fundador repartía en bicicleta.
Aquella modesta puerta de tablones de madera no se desmoronó: el afán de emprender que había detrás de ella sigue presente en una antigua fotografía, una de las que conforman el archivo de imágenes de Los Cameros. De aquel sencillo inicio se ha llegado hasta las modernas instalaciones en el polígono industrial Fuente Ciega, que hacen posible que los quesos de Los Cameros se disfruten en más de veinte países, desde Austria a Estados Unidos. Las antiguas fotografías, con los colores desvaídos por el paso del tiempo, son testigos de la evolución de la empresa y parte de algo tan valioso como su identidad y esfuerzo.
Nuestro corazón mantiene las raíces de nuestro origen. Permanecen en instantes atrapados en el tiempo por una antigua cámara, como el de un sonriente Jesús removiendo la cuajada con una pala de madera en la primera quesería. O en aquellos camiones cisterna con la palabra Lacma, acrónimo de Lácteos Martínez, impresa en grandes letras rojas, que todavía recuerdan muchos vecinos y ganaderos de Haro y los alrededores. La memoria, a veces, se oculta en el envase de una cuajada que merienda un niño bajo la atenta mirada de su madre, siempre joven, siempre viva en un rectángulo de papel en blanco y negro. O en un paseo junto al abuelo, junto al padre, de camino a la vaquería.
Tejer con imágenes de queso la propia historia de La Rioja
Ese banco de imágenes se ha ampliado con la segunda generación de la familia Martínez, que ha buscado y aportado documentos al archivo con el objetivo de ahondar no solo en la historia empresarial de Lácteos Martínez, sino en el fomento y difusión de la Cultura del Queso.
Pero las seis décadas de trayectoria de Los Cameros no son un hecho aislado: se circunscriben en un lugar, el valle de Haro; en un entorno, La Rioja; y sobre todo, en torno a una historia humana tejida con relaciones estrechas entre ganaderos, proveedores, vecinos… De ahí la importancia de la participación ciudadana en este Concurso: los recuerdos de cada fotografía conforman una panorámica global, un queso hilado con múltiples memorias, que hace pensar en todos aquellos ganaderos, queseros, tenderos y familias para quienes el queso era un modo de vida, un alimento esencial. Un momento entrañable que se siente en una fotografía.
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