Le Gruyère AOP es el queso suizo más consumido por los españoles, pero lo que no todo el mundo sabe es que esta variedad es Denominación de Origen suiza. Así, el sello AOP (Appellation d’Origine Protégée) certifica que el consumidor está adquiriendo un alimento de alta calidad, elaborado con leche cruda, sin aditivos, proveniente de vacas alimentadas con pastos naturales no tratadas con hormonas ni antibióticos y con el tiempo de maduración adecuado.
Las primeras referencias de este queso suizo y su elaboración en el país alpino datan de principios del siglo XII, pero los fenómenos migratorios que se dieron en los siglos XVIII y XIX dieron paso a las apariciones de las primeras imitaciones de esta variedad. Finalmente, en 2001 Le Gruyère AOP obtuvo el certificado oficial de Denominación de Origen.
Tradicional, artesano y elaborado con leche cruda
Una de las principales particularidades de esta variedad, realizada de forma artesanal, es la utilización de leche cruda en su elaboración, que dota a este queso de un sabor más intenso que el que se obtiene con la leche pasteurizada. Además, los quesos a base de leche cruda son más digestivos y mantienen mejor las propiedades nutricionales de la leche así como las vitaminas, provitaminas, enzimas y bacterias probióticas, que ayudan a mejorar el sistema inmunitario. Asimismo, y además de ser delicioso, Le Gruyère AOP es también apto para celíacos e intolerantes a la lactosa.
Seguridad alimentaria y trazabilidad garantizadas
El pastoreo de las vacas es obligatorio en Suiza y el ochenta por ciento de la alimentación del ganado se compone de pastos de prado, heno y otras hierbas que crecen de forma natural en zonas de montaña. Por otro lado, la legislación del país helvético prohíbe el uso de hormonas y antibióticos en la crianza de las vacas, y uso de aditivos en su proceso de elaboración. Además, la procedencia de la leche está siempre identificada, de tal manera que es posible saber de qué lechería es originaria la materia prima con que se ha elaborado cada queso.