Está situado en el corazón de la Rioja Alavesa, territorio enológico privilegiado del que aspira a capturar sus esencias. Y lo capitanean dos acreditados profesionales del sector, el hispano-alemán Andreas Kubach, uno de nuestros contados Masters of Wine, al frente de Península Vinicultores, la más perfecta definición de especialista en el mundo del vino; y el enólogo Tao Platón, pegado siempre al terruño. También está presente en el proyecto la familia Izagirre, a la que pertenece el triestrellado chef vasco Eneko Atxa. A todos ellos les une el amor a la Rioja Alavesa, un territorio envuelto en una fuerte personalidad y dotado de unos peculiares suelos calizos, dentro del “continente” riojano, donde representa alrededor del 20 por 100 del viñedo. Tras un intento con un nombre anterior (Badiola), responde hoy a la denominación de Bideona (en euskera, “el buen camino”) porque, como ellos mismos dicen, se irá construyendo paso a paso dentro de una filosofía en la que tan importante es el recorrido como la meta y donde el largo plazo no les asusta en absoluto.
Texto: Luis Ramirez. Fotos: Península Vinicultores
Cultivan 300 parcelas de viñedo, con una edad media de 50 años, distribuidas en algo más de 100 hectáreas, en las laderas de Sierra Cantabria, en los pueblos de Samaniego, Laguardia, Leza, Baños de Ebro, Navaridas, Lanciego, Elciego y Villabuena de Álava, donde está ubicada la nueva bodega, es decir, en pleno “kilómetro cero” de la región. Hace unas semanas ORIGEN tuvo la oportunidad de descubrir este ambicioso proyecto que ha obtenido recientemente el certificado de 4 hojas verdes de Green Building Council España.
El joven equipo de la casa quiere crear, en palabras de Kubach, “una nueva generación de vinos de Rioja, frescos, perfumados y profundos, de larga guarda, con un perfil frutal distinto a otros Riojas, más expresivos de su origen que de su método de elaboración”. Aspiran a que en la copa se refleje “la diversidad y la personalidad de los pueblos, parajes y parcelas de una región cuyo potencial es uno de los más importantes del mundo. Para ello, pondremos siempre la tecnología a favor del terroir”.
Bideona es, lógicamente, un proyecto alrededor de los tintos de Tempranillo y sus diferentes clones, pero que no renuncia, en palabras de Tao Platón, a la “sorprendente calidad que nos hemos encontrado de la blanca Viura, situada en las cabezadas de los viñedos”. Reivindican también las notables diferencias de carácter en el viñedo de los pueblos alaveses citados, causante de una ejemplar diversidad, que permite descubrir la singularidad de cada lugar. A ello se añade la innovación que proponen también en bodega, donde están usando el cemento no solo para elaboración sino para crianza. Platón precisa que “estamos haciendo entre 70 y 80 fermentaciones distintas a partir de un abanico de filosofías de envejecimiento de vinos”, a lo que Kubach añade que “tenemos tiempo e iremos aprendiendo de lo que nos va pidiendo cada añada, en busca de que el vino evolucione y gane complejidad. Estamos construyendo paso a paso e incluso incurrimos en contradicciones”.
Vinos que expresan la personalidad alavesa
En estos primeros tiempos del proyecto, ya forman parte del catálogo de Bideona diferentes tipos de vinos, los de Zona (Viura de Cabezadas, Tempranillo de Laderas), Los de Finca (Las Parcelas Blanco y Las Parcelas Tinto) y los singulares vinos de Pueblo (cuyas peculiares etiquetas hacen referencia críptica por ahora a Villabuena, Leza y Laguardia y pronto lo harán también a Samaniego, Baños y Lanciego). A partir del próximo año, podrán empezar a comercializarse los vinos de Paraje, tan llenos de personalidad alavesa como los anteriores pero procedentes de viñedos mucho más localizados, lo que repercutirá un poco en el precio, siempre dentro de lo razonable. Como señala Kubach “que una parcela muestre tanta identidad nos indica lo maravilloso que es el mundo del mundo. Pero nunca lanzaremos un vino de parcela si no vemos el hecho diferencial en la copa, porque no todas las parcelas merecen ser reconocidas como tales”.
Catando vinos de Pueblo
En este sentido, fue muy estimulante catar a la vez los dos blancos, el de Zona y el de Finca, para disfrutar de dos Viuras totalmente distintos, al igual que ocurrió con los Tempranillos, el de Laderas y Las Parcelas Tinto. La apoteosis llegó con la cata de los tres vinos de Pueblo de 2018, tan interesantes como diferentes entre sí, a los que se añadió en primicia el que representará muy pronto a Samaniego 2019, porque, como dice Kubach, “hemos embotellado un lugar único, un trozo de paisaje. La misma bodega, la misma zona, la misma añada y elaboraciones muy similares dan unos perfiles totalmente diferentes. Y nuestros propios gustos van cambiando entre Leza, Laguardia o Villabuena”. Aunque se trata de una bodega de tintos, entre los objetivos de Bideona está también elaborar un espumoso a partir de las parcelas más frescas. Pero, por el momento, en 2021 han vinificado dos parajes y siete pueblos, “lo que no significa que salgan todos”, aclaran.