En los quince municipios con los que cuenta la Rioja Alavesa se distribuyen algunas de las grandes bodegas de Rioja. Pero, junto a ellas, hay unos cuantos proyectos enológicos artesanales, construidos a base de pasión y esfuerzo, que contribuyen más que ningún otro a la vertebración del territorio.
Texto: Armando Desantes. Fotos: Origen
En un reciente viaje impulsado por Basque Culinary Center y la Diputación Foral de Álava, se ha puesto el acento en la singularidad de estas bodegas artesanales, las que otorgan verdadera identidad a este territorio vasco.
Un destino de referencia mundial
Esta comarca reúne todas las características para ser un destino de referencia mundial por su paisaje natural de gran valor, su rico patrimonio histórico y artístico, sus pueblos medievales bien conservados, sus bodegas vanguardistas y centenarias que producen algunos de los mejores vinos del mundo.
En el viaje se pudo comprobar que la Rioja Alavesa es una región vitivinícola líder a nivel global, única, competitiva, reconocida por su modelo vitivinícola de excelencia, y sostenible. La apuesta por la excelencia en base a la calidad y a la sostenibilidad persigue algo fundamental, fortalecer el modelo socioeconómico característico del sector vitivinícola de Rioja Alavesa, que aúna la fortaleza de grandes marcas y un tejido de pequeñas y dinámicas bodegas que cohesiona y soporta el territorio.
Hace años que, desde la Diputación Foral de Álava, se trabaja junto con las bodegas, familiares o marquistas, con el objetivo compartido de posicionar Rioja, objetivo al que también se ha incorporado Basque Culinary Center, que está construyendo en Laguardia una de las sedes (la otra estará en Vitoria) de su ambicioso EDA Drinks & Wine Campus.
Como preámbulo a la visita a las bodegas, la noche anterior se vivió una experiencia gastronómica en el Hotel Restaurante Viura de Villabuena de Álava, cuando el menú estuvo integrado, con sus vinos correspondientes, por Buñuelo de morcilla de wagyu con velo de papada Ibérica (MC Maestresala. Villabuena), Crema de calabaza con vieira y crujiente de Jamón (Recoveco Alto La Huesera Gil Berzal. Laguardia), Lubina salvaje en oblea de arroz con fondo de Nécora (La Cancilla Loli Casado. Lapuebla de Labarca) Pularda con cremoso de boniato (El Belisario Bodegas Tierra. Labastida) y Torrija brioche con helado de hierbaluisa (Everest Altún, Baños de Ebro).
Ostatu: Vinos “sensatos, parcelarios y singulares”
Bodegas Ostatu se encuentra en Samaniego y produce vinos tintos crianza y reserva amparados bajo la DO Cal Rioja. Al pie de la Sierra de Cantabria-Toloño, se localizan sus 34 hectáreas de viñedo. Todas sus parcelas se extienden en diferentes alturas bajo la protección de la sierra. El nombre hace alusión al pasado del edificio como venta-posada, en euskera Ostatu. Fue fundada en los años 70 por la familia Sáez, de larga tradición viticultora en Samaniego. Tiene una producción de unas 250.000 botellas y elaboran vinos que ellos mismos categorizan en 3 grupos: sensatos, parcelarios y singulares.
Artuke: La personalidad de una familia
Bodegas Artuke es la evolución de una familia dedicada en cuerpo y alma al cultivo de la viña, la transformación del fruto de sus propios viñedos en unos vinos con marcada personalidad. 22 hectáreas de viñedo propio repartidas en 32 parcelas entre las localidades de Baños de Ebro y Ábalos, lo que configura uno de los proyectos más pequeños y cuidados de la zona. Artuke forma parte del grupo de productores de la zona de La Rioja llamado Rioja’n’Roll, comprometidos con el terruño y con la elaboración de vinos con identidad y no condicionados por el aporte de la madera.
Artadi: La personalidad de cada terroir
Fundada en 1985, la bodega trabaja por mantener vivo el cultivo de la vid y por intentar descubrir en cada viñedo expresiones capaces de dibujar la personalidad de cada terroir. Su trabajo y cuidado de sus viñedos se basan siempre en el máximo respeto al medio natural en el que se integra. Cuenta con más de 80 hectáreas de viñedos con suelos de lo más diversos que dotan a cada uno de sus distintos vinos de una personalidad propia.
Y entre bodega y bodega, “parada y fonda” en Svgar, pequeño restaurante de cocina de producto en Laguardia, regentado por Aitor Nadador y poseedor de una espectacular bodega con cerca de 3.000 referencias. Como correspondía al programa, otros tres proyectos artesanos de la Rioja Alavesa armonizaron las recetas de Aitor: Viña el Flako, de Hermanos Frías del Val; Viuda Negra Villahuercos 2021, de Javier San Pedro Ortega; y La Bajada de San Ginés 2022, de Iñaki Santamaría Calleja.