CARTA DEL DIRECTOR: Capital mundial hortofrutícola

Cuando llegan estas fechas del año, nuestras publicaciones (también la revista en papel como origenonline y nuestra newsletter) acostumbran a llenarse de color y de luz. Como continuación a lo que ha ocurrido durante todo el verano, frutas y hortalizas de origen nacional exhiben sus mejores galas en homenaje a uno de los sectores agroalimentarios más pujantes de nuestra economía y una extraordinaria bandera de triunfo internacional, una de las mejores tarjetas de visita de nuestro país en el mundo.

Por Eugenio Occhialini

Esta vez vienen a la portada las frutas tropicales que, en buena parte a consecuencia de un cambio climático que nos llena de incertidumbres (pero también de nuevas oportunidades) viven un maravilloso momento en nuestro país y no solo ya en la costa tropical andaluza. Igual que en otros años hemos hablado de hortalizas o de frutas de hueso.

         Nos anima a llenar de salud (no olviden la importancia del consumo de cinco piezas al día, como nos recuerda un lema muy exitoso) la celebración estos días en Madrid de Fruit Attracion 2022, lo que convierte a la ciudad en la capital mundial hortofrutícola. La feria, organizada por Ifema Madrid y Fepex, se beneficia del importante respaldo de las empresas, asociaciones e instituciones del sector y, desde hace una década, se ha convertido en la historia de un éxito absoluto. Se celebra en octubre porque es una fecha clave en la planificación de las campañas y este año, han creado, además, la figura de Región Invitada, que lo será Andalucía, casi para todos la mejor huerta de Europa, y se extenderá a otras regiones en ediciones sucesivas.          

           Cuentan desde  Ifema y Fepex que este año esperan recuperar las cifras de participación prepandémicas. Es decir, similares a las de 2019, con unas 1.800 empresas expositoras de 52 países, alrededor de 55.000 metros cuadrados de oferta hortofrutícola y 80.000 profesionales de 130 países que recorrerán la feria. Asombrosas cifras para valorar no solo su dimensión sino, sobre todo la del sector que representa y las inmensas vías de desarrollo y oportunidades de negocio que se le abren en muchos mercados de planeta, encabezados por los de la Unión Europea representa más del 90 por 100 de las ventas exteriores de nuestro sector hortofrutícola.

Un país cada vez más exportador

          Todas las estadísticas nos confirman que somos un país cada vez más exportador, con especial acento en tomates, lechugas, pimientos, pepinos y coles, entre las hortalizas, y cítricos, frutos de hueso, melones, sandías y frutos rojos entre las frutas. La distribución al exterior de frutas y hortalizas es, además, una riqueza nacional, sustentada por todas las Comunidades Autónomas, con la citada Andalucía a la cabeza.

         A pesar de la dificultad de la coyuntura, de la necesidad de aumetar la competitividad, de los efectos de la pandemia y la guerra y de la evidencia de un cambio climático que están cambiando muchas pautas de cultivo, nuestra variedad hortofrutícola se mantiene como un valor en alza. Sobre todo, porque son los productos favoritos de nuevas generaciones muy concienciadas con la necesidad de cuidar su alimentación. El mensaje de “somos lo que comemos” ha llegado a todo el mundo y también la constatación de que, si comemos frutas y hortalizas, nuestra calidad de vida mejorará.

         Frutas y hortalizas son, por lo tanto, fuente de salud y también de color y de diversidad. Las reivindicativas tendencias vegetarianas y veganas que están cada vez más presentes en nuestra sociedad las tienen siempre como bandera y, en el caso de las frutas, no solo a la hora de la cocina dulce sino también con un peso creciente en las recetas saladas.          Tenemos la suerte de contar en nuestro territorio con algunos de las mejores huertas de Europa y con invernaderos que garantizan la calidad máxima de muchos productos. Y la innovación, algo que siempre ha estado en el corazón de nuestra editorial Eumedia, cabalga con fuerza en un sector de una importancia socio-económica que no deja de crecer.