Por Eugenio Occhialini
Como es habitual, radiografiamos productos y proyectos procedentes de todas las regiones de España envueltos en calidad y en sostenibilidad, esos valores que siempre han estado en los pliegues de nuestra filosofía editorial y que, por razones obvias, resultan hoy más necesarios que nunca. En tiempos duros, la solidaridad es nuestra bandera de esperanza, junto con la defensa de la cercanía y de la territorialidad, que hoy nos parecen elementos casi estructurales para los años que se avecinan.
Los contenidos de nuestra publicación pretenden ejercer como un mensaje de futuro para la “nueva normalidad”. Productores y cocineros distribuidos por toda España están dando lo mejor de sí mismos en una época en la que todo son limitaciones, incluyendo la movilidad, para poner en el mercado materias primas y recetas de una calidad extraordinaria. Porque solo a lomos de la excelencia se podrá cabalgar en lo que nos queda de pandemia y en la inquietante post-pandemia.
No son tiempos de mediocridades ni de ofertas insuficientes para salir del paso. Son momentos para dar el máximo, para extraer todo el partido de la revolución tecnológica y las nuevas herramientas en nuestras manos y acceder a esos públicos que todavía están dispuestos a disfrutar de la calidad, de la diferenciación, de la excelencia de la buena mesa.
Apoyo a la hostelería
Nos preocupa muy especialmente la hostelería, que siempre ha contado y contará con nuestro apoyo. Las nuevas restricciones horarias están destrozando aún más a un sector que lleva sufriendo una situación realmente insostenible a lo largo de todo el año.
Son muchísimos los bares, tabernas y restaurantes de España que se han visto obligados a bajar la persiana y ahora tampoco se atreven a reabrir ante unas limitaciones que ponen en jaque su capacidad de resistencia. Hay que ser muy fuerte para soportar tanta presión en contra, pero son muchos los que mantienen sus negocios mimando más que nunca a los clientes y reforzando el compromiso con las cosas bien hechas.
Deseando ver esa luz al final del túnel que hoy todavía nos resulta lejana, tenemos esperanza a pesar de todo. Nuestra huerta sigue generando productos extraordinarios, está finalizando una vendimia que volverá a llenar de incipientes vinos de calidad los depósitos de las bodegas (por si ya no lo estuvieran bastante en muchos casos), las almazaras están de nuevo a pleno rendimiento, el mar nos provee de joyas maravillosas no siempre accesibles para todos y nuestros chefs siguen deslumbrando con recetas maravillosas, ya sean creativas o reinterpretaciones de platos de siempre, los que no nos fallan ni cuando las cosas vienen mal dadas.
Volver a recuperar la sonrisa
A pesar de la pandemia, la vida continúa. Nos costará volver a aquellos tiempos en los que éramos tan felices aunque no nos diéramos cuenta, pero en algún momento y de la mano del respeto a la tierra, del cuidado de la salud y la defensa de la sostenibilidad, seguro que volvemos a recuperar la sonrisa. Aunque falte todavía tiempo para que volvamos a viajar como antes.
Mientras tanto, en la medida de nuestras posibilidades y las limitaciones a nuestros movimientos, disfrutemos del esplendor y los colores del otoño, esa época del año que entusiasma a la mayor parte de los cocineros, profesionales y aficionados, porque, junto a las verduras, ingredientes tan versátiles como las setas o la caza muestran todo su esplendor en los mercados. Buen ánimo y mucha suerte para todos.
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