Por Luis Ramírez. Fotos: Castillo de Canena y ORIGEN
Solo este espectacular Castillo de planta cuadrada (Monumento Nacional
En busca del alma de esta sólida empresa, espejo en el que se miran desde hace años buena parte de sus competidores, hemos recorrido, mientras el calor apretaba por estas tierras jienenses, cercanas a Linares y también a las históricas Úbeda y Baeza (Ciudades Patrimonio de la Humanidad), no solo el Castillo que le da nombre, sino sus almazaras (una más industrial, la otra absolutamente Premium) y sus extensas fincas (1.500 hectáreas de olivar más 300 de montes, sotos y vegas), en donde, como fin de fiesta, hemos disfrutado de un arroz campero preparado por Emilio Moreno, el jefe de campo, uno de los principales colaboradores de los Vañó.
Obsesión por la calidad y la innovación
En todos estos escenarios hemos podido comprobar la obsesión por la calidad, por la mejora del producto, por la sostenibilidad, la trazabilidad y la biodiversidad (recientemente han plantado en la finca nogales y cipreses) y por aportar constantes novedades a un sector que es el pilar sobre el que se
Todo para mejorar los resultados de unas campañas que se inician a primeros de octubre (fueron los primeros en adelantar la fecha, pero en busca de la calidad no por capricho, como algunas carreras que se emprenden ahora para lanzar el primer Virgen Extra en septiembre) y terminan a finales de noviembre en el caso de Castillo de Canena pero pueden prolongarse hasta el mes de abril con otros aceites, de corte más industrial, que comercializan bajo otras marcas.
Como dice Paco Vañó, “el calor, el oxígeno y la luz son los tres grandes enemigos del Virgen Extra y del aceite de oliva en general. Invertimos para controlar su influencia y nos hemos convertido en la almazara con más certificaciones de España. Tenemos, por ejemplo, dos centrifugadoras verticales, que son carís
Su pasión por la calidad les ha permitido conseguir todos los galardones en los certámenes más prestigiosos de repercusión mundial. Por ejemplo, fueron considerados “Mejor compañía oleícola del mundo” en los Flos Olei 2016. También han obtenido varios premios Mario Solinas, que concede el Consejo Oleícola Internacional; y su Biodinámico fue calificado como “el Mejor Aove Ecológico del Mundo” en los Sol d´Oro italianos. En nuestro país, su Reserva Familiar Picual obtuvo el Premio Alimentos de España 2016 al Mejor Verde Frutado Intenso. Aunque ahora Rosa Vañó amenace con no volver a presentarse a unos concursos “cada vez más prostituidos y contaminados, que faltan el respeto al consumidor. Hay otros grandes productores italianos y españoles que piensan lo mismo”.
“No somos una empresa familiar al uso”
Rosa Vañó, que lleva ya tres lustros recorriendo el mundo con sus excelentes Virgen Extra bajo el brazo, asegura que “no somos una empresa familiar al uso, porque empezamos con la base construida por mi padre en el sector pero el afán de empezar un proyecto desde cero. Porque hasta que nos incorporamos Paco y yo nadie había pensado más allá de vender graneles. Mi padre había preparado todo para que Castillo de Canena sea hoy todo lo que es y,
“La locura de una pareja de ilusos”
Casi trece años después, Rosa hace un balance de urgencia: “Creo que acertamos con esta decisión vital, a pesar de las dificultades de la tarea que entonces no imaginábamos, porque la ignorancia es muy osada. Yo pensé que construir una marca era relativamente fácil y ahora con la madurez de esta trayectoria, creo que fue la locura de una pareja de ilusos. Hoy mantenemos el compromiso de seguir innovando año tras año, aunque sea realmente complicado”.
En efecto, han dido los primeros con Primer Día de Cosecha, Reserva Familiar, el aceite ahumado, la Cata Horizontal, el Picual Biodinámica y, más recientemente, Arbequina & Co, una colección de Virgen Extra Arbequina Castillo de Canena en un 99,5 por 100 con aceites esenciales naturales procedentes de flores, plantas y frutas. Como dice Rosa, “casi no nos da tiempo a poner en el mercado todos los proyectos que tenemos. Y no se trata de ser originales porque sí, sino de hacer productos distintos, seguir construyendo, enriquecer el mercado y llegar a otros lineales, no solo a los del aceite de oliva. A veces conviene dar un golpe en la mesa para recordar que, en calidad e innovación, seguimos siendo los primeros, porque están en nuestro ADN, no son modas pasajeras. Y lo hacemos en producto, en marca, en packaging, en investigación… cuando sospechas que todo el mundo te copia, lo mejor es no mirar hacia los lados sino solo hacia adelante”.
Paco Vañó coincide con su hermana: “La decisión de apostar por Castillo de Canena fue acertada, desde el momento en que cada generación debe dejar su impronta y su sello. El gran problema que tienen las empresas familiares dedicadas a la agricultura es que son normalmente continuistas y las nuevas generaciones se limitan a seguir la senda que el padre o el abuelo trazó. Nosotros creo que tenemos una ventaja respecto a otras empresas familiares competidoras. Veníamos de experiencias profesionales enriquecedoras y muy formativas, pero estábamos vírgenes en este sector. Teníamos una base afectiva, espiritual y sentimental muy intensa y muy arraigada en el olivar, Jaén y su provincia, pero la ventaja de que no teníamos ideas preconcebidas. Así fuimos capaces de ser pioneros en la tarea de aplicar al mundo del aceite experiencias propias del mundo del vino. Los Premium del aceite son una categoría que ha venido para quedarse y está enganchando al resto. Y nosotros algo hemos aportado. Incluso en campañas terribles, como la de hace dos años, sacamos grandes productos, casi recogiendo aceitunas árbol a árbol, porque pagos extraordinarios que habían dado aceites excelsos ese año no servían para nada”.
Proyectos muy ambiciosos en construcción
Castillo de Canena sigue fiel a su “mantra” innovador y por eso, actualmente manejan siete proyectos en ciernes. Entre los que pueden contar, alguno suena muy ambicioso, como
n universidades, organismos públicos o laboratorios y no solo como Castillo de Canena sino en colaboración con otros”.
Hoy exportan el 80 por 100 de su producción, con gran presencia en mercados como Estados Unidos, Alemania, Inglaterra y en países asiáticos como Japón, China, India o Corea del Sur. Y otro de los afanes de Castillo de Canena es seguir haciendo cultura del Virgen Extra a través de catas, conferencias o armonías, reivindicando, por supuesto, su faceta saludable y también su versatilidad gastronómica, “no solo en la tostada -dice Rosa sino en ceviches, tartares, salsas, bocadillos y todo tipo de recetas. Es muy necesario popularizar los buenos Virgen Extra porque hay un tremendo desconocimiento entre los consumidores que, en un 75 por 100 optan por aceite refinado de pésima calidad. El Virgen Extra es el aceite de la gastronomía, porque es cultura y aúna placer, salud y sorpresa. Quien disfruta de la buena mesa necesariamente ha de disfrutar también de nuestros aceites”. Que no son, añadiríamos, sino la esencia de un paisaje, de un territorio, de una cultura agrícola y de una familia enamorada de su tierra con pasión.
RECUADRO
Belén de Pedro: la inspiración de una diseñadora gráfica
Porque, al final, como concluye Belén, “lo más importante es que cada etiqueta tenga su propia historia, una historia que merezca la pena ser contada. Y sí, puedo decir que ya estoy impaciente por contar la siguiente”.
Solamente los curiosos o aquellos que tienen una relación directa con el campo son capaces…
El envoltorio busca romper con lo establecido, apostando por la posición vertical de la pieza,…
Récord histórico en los World Cheese Awards 2024: Adiano se consagra como el queso español…
Obrador Abantos, de San Lorenzo de El Escorial, se ha proclamado ganador del premio ‘El Mejor…
La Red Europea de Ciudades del Vino (Recevin) ha elegido a Cariñena como la próxima…
En colaboración con el chef Coco Montes del restaurante Pabú, Supernormal lanza una línea exclusiva…